La hoja de ruta para reducir la siniestralidad laboral en Aragón: más digitalización y gestión de prevención

Un total de 1.157 accidentes de trabajo se han contabilizado en Aragón, a partir de las propuestas de recargos de prestaciones, en el período comprendido entre el año 2019 y octubre de 2024, siendo el ejercicio de 2023 el que más número de accidentes reporta con 253. De ellos, 807 (el 69,7%) fueron leves, mientras que 294 (25,4%) han sido graves y un total de 10 se han registrado como muy graves (el 0,9%), mientras que se han contabilizado 46 mortales, el 0,4%.

Son datos tras los que está el perfil de personas mayores de edad, en el 98,7% de los casos, y varón (85%) empleado en la industria (44,7%). Un sector que registra el mayor número de accidentes tras servicios (27,7%), construcción (19,7%) y agricultura (7,9%).

Y son cifras que en la comunidad aragonesa se quieren reducir. Y, para conseguirlo, el Consejo Económico y Social de Aragón ha elaborado un extenso informe, casi 360 páginas, en el que analiza las principales causas que están detrás de los accidentes, aparte de prestar atención a las particularidades de cada sector. También se contemplan las enfermedades profesionales y los costes vinculados con la siniestralidad laboral que, en el caso de Aragón, suponen el 3,6% del PIB o casi el 20% del presupuesto de la Comunidad, es decir, 1.520 millones de euros en 2023.

¿Y qué hay detrás de esta cifra? ¿Por qué se produce la siniestralidad laboral? Varias son las causas que se han detectado como la organización del trabajo, la actividad desarrollada en la gestión preventiva, la vinculación con la subcontratación, la dimensión de la empresa y los factores individuales (es la causa en el 15,4% en el período 2020-2022).

En todos estos puntos pone el foco el informe porque, además, son los factores en los que hay que incidir para conseguir el objetivo de reducir la siniestralidad y lograr el "cero accidentes de trabajo". Y es que el informe pone de manifiesto que la propia organización del trabajo (es la causa en el 29,7%), por ejemplo en el tiempo para la realización de las tareas, tiene una relación directa con la salud laboral.

Lo mismo sucede en el caso del tamaño de las empresas, siendo más difícil la prevención en las pequeñas porque, además, tienden más a externalizar esta gestión y no siempre existe una correcta coordinación. Otro de los problemas es la subcontratación que, sobre todo, se percibe en sectores concretos como la construcción, y la ineficiente gestión de la prevención de riesgos laborales con un sistema de formación obsoleto. De hecho, la gestión de la prevención es la causa en el 27,3%.

En este marco, se propone una serie de medidas como mejorar las estrategias enfocadas en la salud y seguridad en el trabajo, además de digitalizar la prevención a través del kit digital laboral. La tecnología también puede contribuir a frenar las cifras de accidentes de trabajo mediante acciones formativas en las que se emplee la realidad virtual y la gamificación.

A todas estas medidas, se tienen que sumar la revisión de los procedimientos de Coordinación de Actividades Empresariales (CAE), solucionar el programa de registro de accidentes que se realiza mediante un programa un tanto complejo y, por supuesto, prestar atención a los sectores emergentes, así como a la seguridad vial porque también son importantes los accidentes in itinere.

Particularidades de cada sector

Esta hoja de ruta debe atender a su vez la particularidad de cada sector de actividad porque, en cada uno de ellos, se producen, o son más habituales, determinados tipos de accidentes laborales tanto por la actividad que se desarrolla como por la tipología de trabajadores. Un claro ejemplo es la agricultura, que presenta un gran riesgo en siniestralidad a pesar de la tecnificación y de emplear menos mano de obra gracias a ella.

Pero, por ejemplo, en este caso, el problema está en factores como la temporalidad de los empleados -en general un trabajador temporal tiene un 1,2% más de riesgo accidentes laborales que uno indefinido-, el número de trabajadores extranjeros que no tienen una rutina diaria de trabajo, el tamaño de las explotaciones que suele ser pequeña y el alto número a su vez de profesionales autónomos en el sector.

Diferente es la situación de la industria en el que sobre todo se registran accidentes laborales relacionados con las tareas de producción, transformación y almacenamiento mientras que, en la construcción, uno de los mayores problemas está vinculado con la subcontratación de la actividad.

Enfermedades profesionales

El informe también pone el foco en las enfermedades profesionales sobre las que se apunta el problema de probar que la patología de la persona está relacionada con la ejecución del trabajo porque muchas veces el desarrollo o evolución es gradual y los síntomas son similares a otras enfermedades, lo que dificulta su identificación.

Entre las más comunes, según el informe del CESA, están en primer lugar las relacionadas con el aparato locomotor (60,6%), así como las vinculadas con los sentidos, es decir, con el oído y la vista, que suponen el 10%. También se detecta un número importante de enfermedades de la piel por dermatitis y urticaria o las del sistema circulatorio, que supone una media de 159 días de baja.

Y no faltan tampoco todas las patologías psicosociales, teniendo en cuenta el estrés y la ansiedad, aunque en este segmento no se dispone de datos totales por lo que el informe alerta de que este tipo de enfermedades podrían tener otra ubicación dentro del ranking.