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El nuevo hospital Quirónsalud Zaragoza crea un servicio de diagnóstico rápido de alzhéimer

El nuevo Hospital Quirónsalud Zaragoza cuenta con un servicio especializado en el diagnóstico rápido del alzhéimer.

elEconomista.es
Zaragoza,

El nuevo Hospital Quirónsalud Zaragoza ha puesto en marcha un servicio especializado en el Diagnóstico Rápido de la Enfermedad de Alzhéimer, coordinado por la Unidad de Neurología, con el fin de avanzar en su investigación y tratamiento.

Esta unidad, con la que se convierte en el único centro de Aragón en ofrecer una atención integrada con toda la tecnología necesaria y equipo multidisplinar, está especializada en la evaluación y detección del deterioro cognitivo, así como en el abordaje terapéutico de las personas afectadas.

A través de ella también se prestará apoyo al entorno familiar, ofreciendo "asesoramiento y pautas para el manejo de las alteraciones conductuales que causa esta patología en la vida diaria", explica la doctora Esther Sierra, neuropsicóloga del Hospital Quirónsalud Zaragoza.

Según explica la doctora Belén Sánchez Marín, jefa del Servicio de Neurología, esta enfermedad "requiere una atención multidisciplinar, integral y continuada, prestando atención a la figura del cuidador, piedra angular en el proceso. Asimismo, precisa un seguimiento específico a lo largo de la enfermedad y después suele presentar algunos problemas como ansiedad, depresión o alteraciones del sueño, entre otros".

El centro hospitalario ofrecerá así un enfoque integral a través de este servicio de Diagnóstico Rápido de la Enfermedad de Alzheimer. La doctora Sánchez Marín explica que "las pruebas incluyen un screening a través de consulta con neurología y estudios neuropsicológicos, novedosas pruebas diagnósticas y pronósticos en sangre como la proteína pTAU 217 o en líquido cefalorraquídeo, pruebas avanzadas de medicina nuclear (SPECT y PET/TAC), un diagnóstico por la imagen mediante resonancia magnética de 3 Teslas y una valoración geriátrica integral si fuera preciso".

Posteriormente, tras realizar el examen valorativo, se diseña la intervención cognitiva en la que se promueve la individualización terapéutica y que está basada en las necesidades específicas de cada paciente.

De este modo, se pretende ralentizar el deterioro cognitivo y mantener, durante el máximo tiempo posible, las habilidades cognitivas, compensar las habilidades alteradas y retrasar la dependencia, manteniendo la funcionalidad del paciente y su calidad de vida.

Además, como la demencia incide directamente en la persona afectada y tiene una gran repercusión en su entorno, tanto en la dimensión económica como en la afectivo-emocional y el cambio de roles, también se trabajará en asesorar a las familias con la finalidad de prestar apoyo emocional y proporcionar información para comprender mejor el proceso degenerativo y proporcionar las pautas necesarias para el manejo de las alteraciones conductuales neuropsicológicas.