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Detenido un empresario por explotar a extranjeros a los que incluso les cobraba por emplearles sin tener papeles

  • El empresario, de 38 años, ha sido arrestado en Idiazabal (Guipúzcoa) como presunto autor de un delito de trata de seres humanos
  • Una mujer de 32 años ha sido detenida en Logroño como posible implicada en el caso
  • El detenido descontaba a los trabajadores gastos por gasolina, alojamiento, supuestas deudas y un 8% adicional por trabajar sin papeles
Imagen del registro / EP

elEconomista.es

La Ertzaintza, a través de la Sección de Investigación Criminal y Policía Judicial, ha detenido este pasado jueves en Idiazabal (Guipúzcoa) a un empresario, de 38 años, como presunto autor de un delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, tras una denuncia que destapó las condiciones en las que eran explotados varios ciudadanos extranjeros en una empresa de instalación de fibra óptica.

Según ha informado el Departamento de Seguridad, tras la primera detención, el Juzgado de Instrucción número 3 de Durango autorizó entradas y registros en Miranda de Ebro y Logroño, donde, con la colaboración del Cuerpo Nacional de Policía, se detuvo también a una mujer de 32 años presuntamente implicada en los hechos.

La investigación se inició en enero de 2025, tras una alerta de los servicios sociales. Una persona acudió a pedir ayuda, ya que, pese a trabajar más de 10 horas diarias, incluidos fines de semana, no disponía de recursos suficientes, "ni para comer".

La víctima denunció haber sido captada con falsas promesas de regularización en España y sueldos de hasta 4.000 euros mensuales por instalar fibra óptica en domicilios y empresas.

El principal investigado por la Ertzaintza, un empresario de Logroño sin antecedentes penales, era el administrador único de dos empresas a través de las cuales captaba trabajadores tanto en España como en el extranjero. Las compañías eran subcontratadas por empresas instaladoras que trabajaban para operadoras de telecomunicaciones.

Según han confirmado las posteriores averiguaciones policiales, las víctimas, en situación administrativa irregular, no eran dadas de alta en la Seguridad Social, y se les entregaban carnets falsificados a nombre de personas que sí figuraban como afiliadas, lo que permitía al empresario emplear simultáneamente a varias personas con una única alta legal.

Supuestamente, el empresario se quedaba con el 75% del importe generado por cada instalación. Del 25% restante, descontaba a los trabajadores gastos por gasolina, alojamiento, supuestas deudas y un 8% adicional por trabajar sin papeles, dejándolos en una situación económica de "extrema vulnerabilidad", según ha indicado la Ertzaintza.

Más víctimas

A la primera denuncia se han sumado otras cuatro, según ha subrayado el Departamento de Seguridad, quien prevé que el número de víctimas aumente tras la detención del investigado, practicada este jueves en la localidad guipuzcoana.

La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones ni la localización de más víctimas en otras comunidades autónomas. Según ha explicado la Ertzaintza, "posiblemente, hay personas que aún temen denunciar por miedo a represalias".

El principal investigado ha sido puesto a disposición judicial y, además del delito de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, se le imputan delitos contra los derechos de los trabajadores, tráfico ilegal de personas, falsificación documental y otros delitos conexos.