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Qué dice la psicología sobre las personas que duermen con sus mascotas: tienen estos siete rasgos característicos

Mujer durmiendo con su perro | iStock

Gloria Martínez

Dormir con tu mascota dice mucho más de ti de lo que puedes pensar. Hay quienes están a favor y quienes en contra de esta práctica tan común como repudiada. Aquellas personas que deciden no hacerlo, aseguran que es una acción poco higiénica y que consiente al perro, pero los que lo realizan a diario, saben que es una auténtica maravilla llena de amor y cariño.

Lo que muchos no saben, es que las personas que comparten cama con su mascota, cuentan con varios rasgos de la personalidad en común. Se trata de algunas características, generalmente positivas, que dicen mucho sobre la forma de ser y actuar de esa gente y que los psicólogos han estudiado para hacer un listado. La web Modena Volta Pagina, explica varios de estos rasgos compartidos.

Gran capacidad de adaptación

Según los expertos, aquellas personas que comparten la cama con su perro o gato, comparten la cualidad de tener una gran capacidad de adaptación. Dormir con tu mascota supone dejar un hueco específico, aguantar sus movimientos y los sonidos que emiten mientras descansan, por ello, los sueños que realizan esta acción demuestran flexibilidad ante determinadas situaciones, adaptación y capacidad de afrontar actos inesperados.

Generosidad

La psicología explica que quienes duermen con sus mascotas suelen ser personas generosas. Esto se debe a que la cama es uno de los espacios más personales e íntimos del ser humano, y hacer un hueco a tu perro en ella supone darle un lugar en nuestra vida cotidiana. Supone un reconocimiento de sus necesidades y es un acto muy común entre personas bondadosas, que saben escuchar y apoyan fielmente a sus amigos y seres queridos.

Son tranquilas y calmadas

Como afirma la web especializada, un estudio de la Clínica Mayo, demostró que el 41% de los dueños de mascotas aseguraron tener una mejor calidad de sueño cuando dormían con sus mascotas. La respiración y la calidez que desprenden los perros y gatos al descansar mejora notablemente el descanso de las personas. Por ello, un rasgo muy común entre aquellos que realizan esta práctica, es la tranquilidad y la calma.

Fuerte sensibilidad a los vínculos emocionales

Modena Volta Pagina, asegura que "las personas que duermen con sus mascotas suelen tener una fuerte sensibilidad a los vínculos emocionales. Entienden la riqueza emocional que representa esta convivencia nocturna. Compartir la cama con tu mascota también significa reconocer el amor incondicional que te ofrece y corresponder a ese amor. Es signo de un temperamento cálido, atento y profundamente orientado." Además son personas con amistades sinceras, complicidad familiar y vínculos profundos y duraderos.

Mujer y perro durmiendo | iStock

Tolerantes y sin miedo a la vulnerabilidad

Muy ligado a la gran capacidad de adaptación, las personas que duermen con sus mascotas comparten la característica de ser tolerantes y no temer a la vulnerabilidad. Esto se debe a que compartir un espacio tan íntimo como la cama demuestra la capacidad de aceptar momentos imperfectos, aceptar el caos y la certeza de afrontar la vida de manera distinta. "Refleja una aceptación de lo inesperado, una tolerancia al desorden y una comodidad con la autenticidad... incluso cuando es un poco desordenado", explican los expertos.

Facilidad en la intimidad

Un acto tan cercano y cariñoso como compartir la cama con un perro o gato demuestra que la persona que la persona tiene facilidad con la cercanía física y sugiere cierta comunicación silenciosa. Este acto permite leer el lenguaje corporal de las mascotas y aprender más sobre el de las personas. La gente que se acurruca con su perro suele ser sensible a las señales no verbales, atenta a las necesidades implícitas y más intuitivas en las interacciones.

Abiertos de mente y empáticos

Los expertos aseguran que "si dejas que tu mascota duerma contigo, probablemente seas una persona generosa y comprensiva". Los psicólogos sugieren que los dueños que duermen con sus mascotas en su cama a menudo demuestran una gran empatía, amor por los animales y apertura de mente. "Un fuerte vínculo con los animales puede fortalecer la empatía hacia ellos, lo que podría extenderse también a las relaciones humanas", concluyen.