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Los dos murcianos que se arruinaron en su segundo día de viaje a Italia después de ahorrar mucho: "Todas nuestras vacaciones se arruinaron"


elEconomista.es

Con las vacaciones a la vuelta de la esquina muchos son los que se apresuran a preparar un viaje para desconectar y disfrutar fuera de las fronteras de nuestro país. Es por ello que lo mejor para ir sin preocupaciones es ahorrar durante el año, pero hay que llevar mucho cuidado con las actividades que se organizan para evitar quedarte sin nada.

Esto es lo que le ha pasado a dos hombres que trabajaron durante un año en Murcia para ahorrar los suficiente para permitirse un viaje de relax a Italia. Manolo y Adrián tenían pensado pasar dos semanas en Roma, pero al poco de llegar se vieron con "la cuenta a 0" y tuvieron que pedir dinero a sus padres para poder regresar.

Concretamente la historia ha saltado a los medios gracias a un comentario del creador de contenido Ceci Army que rescataba una reseña de Google Maps: "Este club me trajo la ruina a mi y a mi amigo Manolo", decía al inicio del mensaje.

"Pasamos un mes trabajando en Murcia sin parar, recogiendo fruta y limpiando mierda para sacar 950 euros cada uno y poder pegarnos unas vacaciones dos semanas en Italia", apunta antes de contar lo que les pasó la segunda noche en el país.

Su intención era la de "salir de tranquis" sin mayor sobresalto, pero todo cambió cuando se encontrar con "un tipo que iba en traje".

Lo cierto es que les convenció a los dos "a tomar algo" en un local para adultos en el que decía que "había chicas muy guapas". "Os lo juro, nos despertamos con la cuenta a 0, nos gastamos completamente todo el dinero que habíamos ahorrado durante semanas en una noche", explicó que el motivo no era otro que "las camareras te seducían para que bebieses más".

Ellos pensaron que las chicas bailaban con ellos, les rellenaban las copas, porque "pensábamos que estábamos con ellas porque habíamos ligado, pero sólo querían dinero, que no os engañen". La realidad era algo distinta cuando les cobraron las cuatro botellas de Moet y seis horas de servicio de baile privado.

Con este gasto "imprevisto" ambos se quedaron a cero e incluso no les llegó para pagar al local. "Nos volvimos a los dos días a España pidiéndole dinero a la madre de Manolo, diciéndole que nos habían robado. Todas nuestras vacaciones se arruinaron por esto no caigan, por favor", termina.

Los comentarios no tardaron en llegar y la mayoría coincide en que, dadas las características del establecimiento "se piensan que han ligado... Se les ve bastante espabilados, sí", ironiza uno. "Si a mi se me acerca una tía así lo último que pienso es que he ligado", señala otro.