La hierba sagrada que mejora la digestión, ayuda al crecimiento del pelo y reduce todo el estrés

El romero, como bien todos sabemos, es una planta originaria de la Europa Mediterránea. De nombre científico Rosmarinus officinalis L., es bastante conocido y utilizado desde épocas antiguas como condimento y con fines medicinales gracias a sus múltiples propiedades.

De sabor fuerte, con aromas de alcanfor, pino, nuez moscada y lavanda, en el ámbito gastronómico suele combinar bien con otras plantas aromáticas como el tomillo o el laurel. Incluso fue usada para combatir la brujería, el mal ojo o quitar la envidia hace pocos años.

Propiedades

Entre sus beneficios, cabe destacar los siguientes, según el portal especializado 'Germinarte':

• Combate infecciones bacterianas. Contiene propiedades antimicrobianas, por lo que además de ayudarnos a combatir infecciones, se ha utilizado a lo largo de la historia como un conservante natural de alimentos.
• Alivia la inflamación. Se ha usado en forma de cataplasma por sus propiedades analgésicas para aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones.
• Ayuda al crecimiento del pelo. Estimula la circulación sanguínea en el cuerpo cabelludo, lo que ayuda a nutrir los folículos pilosos y puede estimular el crecimiento del cabello.
• Mejora el estrés. Resalta su capacidad para mejorar nuestro estado de ánimo gracias a que estimula nuestro sistema nervioso y reduce nuestros niveles de cortisol.
• Ayuda a nuestro sistema digestivo. Tiene propiedades digestivas y antiespasmódicas, siendo empleado para calmar afecciones estomacales.
• Mejora la digestión. Sus compuestos estimulan la producción de bilis, lo que ayuda a descomponer y asimilar las grasas, y también tiene efectos carminativos que reducen los gases y la hinchazón.

A tener en cuenta

Por lo general, las partes utilizadas del romero son sus hojas, para condimentar los alimentos, y sus flores, para preparar el té y realizar baños estimulantes. Ahora bien, el consumo excesivo puede provocar, entre otras, irritación estomacal, vómitos, náuseas e inflamación renal.

No es recomendable para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, personas con alergias, problemas biliares o que toman medicamentos anticoagulantes -o para la presión arterial-. Tampoco es aconsejable en personas con hipertensión o problemas gástricos sensibles.