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La lista de apellidos que demuestra que tus antepasados son 100% españoles: desde García hasta Almodóvar

  • En la Edad Media se empezó a usar la terminación '-ez' para organizar a la población en comunidades ante el aumento de población
Bandera de España | Foto: dreamstime

Paula Carreño

Si de algo podemos presumir en España es de tener una herencia histórica envidiable. Por nuestro país han pasado decenas de pueblos y civilizaciones a lo largo de los años, cada uno dejando su huella imborrable en el tiempo. Romanos, visigodos, celtas... son solo unos ejemplos de ello. Su legado se recoge ya no solo en nuestro estilo de vida ni en nuestras costumbres, también en los apellidos de los españoles. Cada sobrenombre lleva asociada una historia y un pasado común antiquísimo que nos permite descubrir nuestros orígenes, tanto que podríamos llegar hasta el principio de nuestro linaje, por qué nos llamamos así y si es un apellido de ascendencia castellana o tiene influencias extranjeras.

¿Cómo se formaron los apellidos actuales?

Nuestros ancestros utilizaban varios métodos para crear nuevos apellidos, basándose principalmente en el nombre del padre, la ocupación familiar, el lugar de origen o características personales, como 'rubio'. Aunque ya existían desde tiempos inmemorables, fue precisamente a partir de la Edad Media cuando se empezaron a formar la mayoría de apellidos que conocemos hoy en día ante el aumento de la población y la necesidad de vivir en comunidades, para diferenciar a las personas.

Una de las prácticas más habituales era transformar el nombre del padre en apellido patronímico, añadiéndole la terminación '-ez'. Así, si se llamaba Gonzalo, el hijo sería González, y si era Hernán, se transformaba en Hernández, lo que facilitaba la organización familiar y la búsqueda de antepasados, al igual que ahora.

Otra manera de crear apellidos fácilmente identificables era hacerlo por la geografía, utilizando nombres de lugares en un ejercicio denominado toponímico. Aquí encontraríamos algunos ejemplos como Zaragoza, Sevilla, Valle, Lugo, etc., aunque en muchas ocasiones se mezclaban ambos, el patronímico y el toponímico para dar lugar a López de Castro, Jiménez de Quesada, etc.

Mientras, también se utilizaba la ocupación en otros casos, como Herrero, Soldado o Pastor. También encontramos el caso de García, el apellido más común de nuestro país actualmente y cuyo origen se relaciona con el euskera antiguo al ser muy parecido a 'gaztea', que significa joven.

Con todo, es innegable la influencia de otros pueblos que pasaron miles de años en la Península, como los árabes, que nos dejaron apellidos como Alarcón o Almodóvar, que provienen del prefijo 'Al-' que significa 'el', sobrenombres que aunque sean de origen extranjero, lo cierto es que están perfectamente integrados en la identidad española.

La lista y los más frecuentes, según el INE

De este modo descubrimos que los apellidos toponímicos, patronímicos y los descriptivos propios de la geografía, historia o lengua española se reconocen como auténticamente españoles, como los siguientes:

  • García.
  • Hernández, González, Ramírez, López, etc., creados a partir del nombre del padre de familia.
  • Alarcón, un apellido geográfico.
  • Almodóvar, de influencia árabe.
  • Lugo o Estrada, de tipo toponímico.
  • Mendoza o Manrique.

Así que toma nota, si tu apellido acaba en '-ez', empieza por 'Al-', es un municipio o un oficio, lo más seguro es que desciendas de españoles. Si por curiosidad quieres saber con cuántas personas compartes apellido, el Instituto Nacional de Estadística (INE) pone a disposición de la población un mapa interactivo en el que puedes consultarlo.

Es más, el INE también recoge los apellidos más comunes en nuestro país. Con fecha de enero de 2023, el más común era García, seguido de Rodríguez, González, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez, Gómez y Martín. También aparecen otros como Gallardo, Moya, Bravo, Silva, Velasco, Parrar o Soto.