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La serpiente más grande jamás descubierta en Colombia, con más de una tonelada de peso y una dieta asombrosa

Imagen de archivo de una pitón marrón común. | Fuente: Pexels

elEconomista.es

El mundo animal alberga gran cantidad de curiosidades y mitos al respecto, con nuevos descubrimientos casi a diario. La anaconda verde o común es considerada la de mayor tamaño en cuanto a peso se refiere, mientras que la pitón reticulada es la considerada la más larga. No obstante, existe una especie que es de un tamaño todavía mayor: la Titanoboa cerrejonensis.

Esta serpiente está actualmente extinta, sin embargo, el descubrimiento de su existencia tuvo lugar en 2005 en lo que actualmente es la mina del Cerrejón, en el norte de Colombia, y tenía unas dimensiones de más de 13 metros de largo y un peso superior a una tonelada, lo que la convertían en la serpiente más grande jamás conocida.

Detalles sobre el clima de la época

La particularidad de este hallazgo radica en que, más allá de tratarse de la serpiente de mayor tamaño en la Tierra, otorga información sobre cómo se desarrolló y evolucionó en las condiciones climáticas en las que lo hizo, lo que podría ayudar a entender mejor fenómenos naturales como el calentamiento global. Puesto que al tratarse de un enorme animal de sangre fría, había requerido de una temperatura media de entre 30 y 34 °C, lo que indica que las selvas neotropicales del Paleoceno eran algo más cálidas que las actuales hace unos 60 millones de años, probablemente al tener una concentración mayor de dióxido de carbono.

"La relación entre el tamaño de la Titanoboa y las condiciones climáticas de su época ofrece nuevos insights sobre fenómenos climáticos pasados. Estos datos son esenciales para comprender el calentamiento global actual", señalaba Julio Fierro, director general del Servicio Geológico Colombiano.

Una alimentación poco común

Perteneciente a la familia de las boas, este tipo de animales suele alimentarse —en una dieta carnívora— acercándose a sus presas y enroscándose alrededor de estas hasta que consiguen asfixiarlos. Posteriormente, desencajan su mandíbula logrando tragarse la presa entera, por lo que las digestiones de este animal suelen tardar hasta varias semanas, donde la serpiente permanece totalmente inmóvil.

Lo curioso de esta especie descubierta es que en el momento en el que fue encontrada en el interior de la mina, se pudo ver cómo sus dientes estaban ligeramente encajados en la mandíbula, algo poco frecuente en otras especies similares también carnívoras. Esto llega a considerar que su alimentación no se basaba en mamíferos, sino en peces.

Los fósiles de este reptil están expuestos desde septiembre del pasado año en el Museo Geológico Nacional de Colombia. Además de los fósiles, también se incluyen otros elementos gráficos así como material informativo sobre sus características físicas, hábitos alimenticios y dimensiones.