Villalar, la batalla comunera por una subida de impuestos que se convirtió en seña identitaria de Castilla y León
- El emperador Carlos I decidió subir la presión fiscal a las elites castellanas para sufragar su nombramiento
- El ajusticiamiento de Padilla, Bravo y Maldonado puso fin a la revuelta
- Cada 23 de abril, miles de personas celebran en la pequeña localidad vallisoletana el Día de la Comunidad
elEconomista.es
Valladolid,
El 23 de abril de 1521 se disputó en Villalar la batalla que decidió la suerte de la revuelta de las comunidades contra el gobierno del rey Carlos I iniciada un año antes, una derrota que prácticamente puso fin a la rebelión y convirtió esa jornada en el Día de Castilla y León.
Castilla y León celebrará este miércoles, 23 de abril, el Día de la Comunidad, una fecha que conmemora la derrota el 23 de abril de 1521de los comuneros Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, que lideraban las fuerzas comuneras, a manos del ejercito del emperador Carlos I.
La historia comunera se remonta a 1517, cuando a la muerte de Fernando El Católico, Carlos I se autoproclama rey de sus posesiones en España y se rodea de nobles y clérigos de Flandes lo que se convirtió en una amenaza para el poder de las élites castellanas, descontento que se extendió a todas las capas sociales, informa Ep.
Carlos I desconocía el idioma castellano y para financiar su nombramiento como Emperador decidió subir los impuestos a unas comunidades castellanas ya mermadas económicamente. Esto, unido al malestar por una corte controlada por los flamencos fue el detonante de las revueltas comuneras que pretendían negociar con el Rey una bajada de impuestos.
En 1520, aprovechando la ausencia de Carlos I estalla la primera revuelta comunera en Toledo, a lo que siguieron otras ciudades como Salamanca, Palencia, Medina del Campo, Toro, Segovia o Valladolid.
Los comuneros, que apostaban por Juana 'La Loca' como reina, procedían de diversos sectores de las ciudades castellanas aunque los líderes pertenecían a las capas medias de la población.
Las revueltas o 'escaramuzas' comuneras se sucedieron apoyados inicialmente por los nobles castellanos, aunque estos, al ver que los campesinos se sumaban a las tropas comuneras, decidieron dar un paso atrás y apoyar a los imperialistas.
En abril de 1521, la tropa comunera, liderada por Padilla, Bravo y Maldonado, toman Torrelobaton y allí se atrincheran asediados por los imperialistas, por lo que deciden emprender marcha a Toro, pero son alcanzados por el ejercito de Carlos I en Villalar.
El 23 de abril de 1521 se produce la batalla que puso fin a la Guerra de las Comunidades contra Carlos I tras la caída de las tropas comuneras en Villalar. La batalla se saldó finalmente con la muerte de entre 500 y 1.000 soldados comuneros y la captura de otros 6.000 prisioneros.
Un día después, los líderes Padilla, Bravo y Maldonado fueron ajusticiados en la plaza del pueblo castellano, donde sus cabezas quedaron expuestas en sendas picotas como advertencia a los enemigos de Carlos I.