Cantidad máxima de dinero en efectivo que se puede guardar en casa: esto dice la ley

Guardar dinero en efectivo en casa es una práctica habitual en muchos hogares españoles, ya sea por seguridad, ahorro o simple costumbre. Sin embargo, a menudo surge la duda: ¿existe un límite legal sobre cuánto dinero se puede tener guardado en casa? En España no hay una cantidad máxima legalmente establecida para tener efectivo en el domicilio particular. No obstante, esto no significa que no existan obligaciones y restricciones asociadas.

Según la legislación vigente, en concreto la Ley 10/2010 de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, tener dinero en efectivo en casa no es ilegal, pero pueden surgir complicaciones si no se puede justificar su origen en caso de una inspección fiscal o investigación. Es decir, si en algún momento las autoridades (como la Agencia Tributaria) requieren una explicación del origen de ese dinero, será el ciudadano quien deba acreditar que proviene de actividades legales y declaradas.

Más que por tenerlo en casa, el verdadero límite aparece a la hora de hacer pagos en efectivo. En España, desde 2021, la ley limita los pagos en efectivo entre particulares y empresas a 1.000 euros si al menos una de las partes actúa como empresario o profesional. En el caso de pagos entre particulares que no actúan como profesionales, el límite es de 2.500 euros. Superar esta cantidad puede acarrear sanciones económicas de hasta el 25% del importe pagado.

Además, los movimientos de grandes cantidades de dinero en efectivo también están regulados. Si se viaja con más de 10.000 euros en efectivo dentro o fuera del territorio nacional, hay obligación de declararlo a la Agencia Tributaria mediante el modelo S1. Del mismo modo, los ingresos en efectivo superiores a ciertos límites en una cuenta bancaria también pueden despertar alertas si no están debidamente justificados.

¿Qué ocurre si guardo mucho dinero en casa?

Tener grandes sumas de efectivo en casa puede ser legal, pero conlleva riesgos: desde la pérdida o robo hasta complicaciones fiscales si no hay documentación que avale su procedencia. Además, el efectivo no genera rentabilidad, y con la inflación, su valor se erosiona con el tiempo. Por eso, los expertos en finanzas personales recomiendan tener en casa solo el efectivo necesario para emergencias o pequeños gastos, y mantener el resto en instrumentos financieros seguros y controlados.