Adiós a la alfombrilla de la ducha tradicional: la alternativa para evitar la humedad y la suciedad que dará un toque elegante y moderno a tu baño
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elEconomista.es
La alfombra de la ducha es un elemento fundamental en el baño. Todo el mundo tiene una alfombrilla que usa cuando termina de bañarse o ducharse, ya que permite secarse con la toalla sin encharcar el suelo, absorbiendo el agua que cae. Además, permite salir con los pies descalzos de la bañera y evitar resbalones.
Sin embargo, la alfombrilla de la ducha tiene algunos contras, ya que, al ser de tela gruesa, suele acabar completamente mojada, sobre todo en casas en las que se duchan varias personas en poco tiempo. En estos casos, tarda mucho en secarse y es muy frecuente que acabe por acumular malos olores de humedad, hongos y suciedad.
Cambiar la alfombra con frecuencia es fundamental para mejorar la higiene en el baño, pero también se puede optar por una alternativa mucho más moderna, práctica y que acabará con los problemas de humedad y suciedad a la hora de salir de la ducha.
Última tendencia: la piedra de secado rápido
La mejor alternativa son las piedras de secado rápido. Se trata de un elemento elegante y moderno, muy poco frecuente en los baños convencionales, pero que se posiciona como la última tendencia en baños, ya que cumple las mismas funciones que la alfombrilla tradicional, pero con grandes ventajas.
Concretamente, las alfombras de piedra se caracterizan por repeler rápidamente el agua en lugar de absorberla, como sucede con las de tela. Al mismo tiempo, se comercializan con materiales de secado rápido, en cuestión de segundos, aunando dos funciones en una. Es un elemento práctico y que, visiblemente, queda mucho más moderno y elegante.
Al ser de piedra, la limpieza es mucho más rápida y sencilla, no se debe meter en la lavadora, como sí sucede con las alfombrillas tradicionales. De hecho, suele estar elaborada con piedra diatomita y caucho, por lo que también es antideslizante, mejorando la seguridad al salir de la ducha.
La única desventaja respecto a las tradicionales es el precio. Aunque se pueden encontrar alfombras de piedra por precios que rondan entre los 20 y los 50 euros, hay algunos modelos más lujosos y sofisticados que pueden llegar a costar más de 100 euros, dependiendo del tamaño, el material o el diseño, entre otras cosas.