Qué significa DANA: esta es la diferencia con gota fría en España

Las precipitaciones en forma de lluvias y granizo, acompañadas de tormentas, que descargan gran cantidad de litros por metro cuadrado son habituales en esta época del año, durante la estación del otoño, sobre todo, en algunos puntos de nuestro país, donde se intensifican las inclemencias meteorológicas, muchas veces asociadas al paso de frentes y con conceptos que hacen referencia directa a una DANA o a una gota fría.

Sin embargo, aunque es tan habitual encontrar en las noticias meteorológicas los conceptos como DANA o gota fría, sobre todo en el área Mediterránea, son muchas las personas que desconocen la diferencia entre una y otra inclemencia en el temporal, por lo que a continuación se explica cada una de ellas, viendo así la diferencia entre ellas.

Baja presión en capas altas de la atmósfera

Tanto el concepto de gota fría como el de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) hacen referencia a "una situación meteorológica que consiste en la presencia de una baja presión en capas altas de la atmósfera (con aire frío en altura) y aislado de la circulación general, el cual puede quedar estacionario o se puede mover de forma anómala, avanzando normalmente hacia latitudes más cálidas", tal y como se recoge desde el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Así, se puede afirmar que el concepto DANA y el de gota fría se refieren al mismo fenómeno, tal y como indican los expertos de eltiempo.es. Sin embargo, ya desde hace algunos años, se utiliza más el término DANA que el de gota fría para referirse a las depresiones o borrascas en las capas altas de la atmósfera, al considerarse más correcto.

No son sinónimo de efectos catastróficos

Actualmente, el término gota fríase utiliza de forma coloquial para referirse a inclemencias meteorológicas que provocan lluvias torrenciales, granizo de gran tamaño y tormentas que dejan altos acumulados de precipitación por metro cuadrado o, incluso, inundaciones. Sin embargo, "no siempre la presencia de una gota fría provoca situaciones adversas. Es por ello, que en el ámbito profesional se prefiere utilizar el concepto Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA)", explican los expertos.

Así, ni la DANA ni la gota fría son sinónimos de fenómenos catastróficos, aunque en ocasiones sí que se dan las condiciones para que, en el momento en el que se sucede una DANA, se dé un temporal de lluvias con inestabilidad, mucha humedad y mecanismos que propicien el ascenso de aire (convergencia de viento u obstáculos orográficos), algo que es más común en el clima de la zona mediterránea.

"En España, episodios de gota fría o DANA pueden provocar (si se cumplen las condiciones citadas anteriormente) precipitaciones abundantes, que en algunos casos deriva en inundaciones", añaden desde el IGN, haciendo referencia a un episodio especialmente dañino que ocurrió en la zona del levante peninsular en otoño de 2019.

También lo explican así desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), donde se refieren a la gota fría como un concepto de uso coloquial para referirse a lluvias cuantiosas e inclemencias meteorológicas: "Estamos acostumbrados a oír que lluvias cuantiosas, que se han registrado en un lugar determinado, se han producido porque la gota fría ha barrido o afectado a dicha zona. La gota fría se asocia vulgarmente con inestabilidad atmosférica", añaden.

Además, también matizan el lugar y la época del año donde es común usar el término gota fría, aunque de manera vulgar, ya que es preferible referirse a DANA en estos episodios: "En esta acepción subyace el hecho de que la gota fría es sinónimo de la presencia de aire muy frío en niveles medios y esto, unido al aire cálido del Mediterráneo en la época otoñal bastaría para explicar los acontecimientos de fuerte inestabilidad y de carácter tormentoso".

Por tanto y como conclusión, tanto la DANA como la gota fría son conceptos que hacen referencia al mismo fenómeno de baja presión en capas altas de la atmósfera. Sin embargo, gota fría se usa de forma solo coloquial para referirse a episodios de lluvias intensas e inestabilidad, siendo más acertado el término DANA para referirse a depresiones o borrascas en las capas altas de la atmósfera.