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Bruselas propondrá una ley de deportaciones en una UE dividida sobre el modelo Meloni

  • España rechaza de lleno la creación de hubs de retorno de migrantes irregulares como los de Italia en Albania
Los líderes de la UE se reunieron esta semana en Bruselas en una Cumbre centrada en migración

Lidia Montes
Bruselas,

Bruselas propondrá una nueva legislación para deportaciones en una Unión Europea que evidencia profundas confrontaciones sobre la implantación del modelo de la italiana, Giorgia Meloni, de crear centros de acogida de migración irregular en países terceros. Con el foco puesto en el problema migratorio, los líderes de la UE han respaldado este jueves "soluciones innovadoras" para atajar la cuestión.

Del total de migrantes irregulares que no tienen derecho a quedarse en la UE, sólo un 20% con decisión de retorno vuelven a su país de origen, evidenciaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en rueda de prensa tras la reunión de líderes de la UE que ha tenido lugar este jueves en Bruselas. "Estamos trabajando para mejorar estas fases operativas. Vamos a proponer un texto legislativo nuevo, hay un texto de 2018 pero está atascado en el Parlamento Europeo y en el Consejo de la UE. Vamos a hacer una propuesta nueva", ha adelantado la alemana.

El debate evidencia un giro a la derecha en política migratoria, que no es otra cosa que el reflejo del alza de las fuerzas de derecha y ultraderecha en los Ejecutivos europeos. En los márgenes de la Cumbre de líderes se encontraba la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con Países Bajos y Dinamarca y un grupo de países entre los que se encontraban Austria y Polonia y la presidenta de la Comisión Europea para explicar el modelo que han implantado Roma y Tirana. La idea pasa por crear centros de acogida en países terceros, en este caso Albania, para la deportación de los migrantes irregulares, los llamados hubs de retorno.

La idea, aún con muchos matices por definir y perfilar, la acogía la presidenta de la Comisión Europea en una carta dirigida a los líderes del bloque comunitario previa al Consejo Europeo. Abría la puerta a la creación de estos hubs de retorno, aún sin detallar elementos tan relevantes como cuánto tiempo puede estar una persona en estos centros o qué condiciones deben darse para considerar un país seguro para la instalación de estos centros.

Otras de las patas del debate pasaba por la idea de acelerar la aplicación del Pacto de Migración y Asilo, aprobado este año y prevista su implementación en los dos años siguientes o el establecimiento de controles en frontera dentro del espacio Shengen. La situación crítica migratoria en Polonia ha dilatado el debate. Varsovia ha presionado por contemplar excepciones a la aplicación de la normativa comunitaria en caso de situaciones excepcionales. Una idea que reconocía Von der Leyen válida ante casuísticas como la instrumentalización de la migración por parte de Rusia y Bielorrusia. Una coyuntura que ya atravesaron los países Bálticos y Finlandia.

España, por su parte, rechaza de lleno la creación de tales hubs de retorno. En rueda de prensa tras el encuentro, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado la propuesta. "Nosotros no estamos a favor de este tipo de fórmulas porque no atajan ninguno de los problemas y crean otros nuevos. Por tanto, nosotros optamos por una visión mucho más volcada en la dimensión exterior de fenómeno migratorio".