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Pasar tiempo con un gato es beneficioso para tu salud: cinco ventajas de compartir tu vida con un gato

Un gato muestra su cariño hacia su dueña. / Foto: iStock

elEconomista.es

Quienes hayan tenido la oportunidad de convivir con un gato habrán podido desterrar la idea de que son animales completamente independientes y despreocupados para con los dueños. Aunque cada felino tiene su propia personalidad y carácter, lo cierto es que todos ellos tienen momentos en los que muestran verdadero cariño y apego hacia los humanos con quien más tiempo comparten.

Es cierto que hay gatos más reacios al contacto físico u otros a los que no les gusta tanto interactuar con las personas, aunque finalmente siempre se acaba creando un vínculo entre humano y gato, sobre todo, si se le dedica tiempo al animal de compañía.

Tanto es así que diferentes estudios que se centran en la relación entre los humanos y los gatos han demostrado a lo largo del tiempo que pasar tiempo o, más bien, convivir con un gato tiene beneficios para la salud, desde el modo en el que estos animales acompañan a las personas hasta el cariño y la tranquilidad que pueden transmitir.

Beneficios para la salud de vivir con un gato

Uno de los primeros beneficios que se puede notar al compartir la vida con un gato es la paz y tranquilidad que transmiten con su presencia. Al margen del cariño que se les coge a estos animales, lo cierto es que son muy sencillos de cuidar, ya que se administran su propia comida, son extremadamente limpios y no dan demasiadas complicaciones. De hecho, pueden ayudar con los problemas de ansiedad en las personas que tienen a ser nerviosas.

Así, los gatos se convierten fácilmente en compañeros de vida perfectos, también para las personas que viven solas, a las que puede llenar un posible vacío y acabar con esa soledad que, en algunos casos, puede causar malestar y angustia.

Por otro lado, está demostrado científicamente que la compañía e interacción con los gatos reduce los niveles de estrés. Acariciarlos, notar su presencia al dormir o pasar tiempo jugando con ellos son algunas de las actividades que ayudan a reducir los niveles de estrés en las personas.

Igualmente, escuchar los ronroneos de un gato, que tienen una frecuencia concreta que facilita un estado de relajación, ayuda a mejorar los problemas de corazón, así como la hipertensión. Cuando se escucha esta frecuencia, se produce un efecto tranquilizante y vasodilatador que lleva a reducir el riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad cardíaca.

A la hora de convivir con un gato desde corta edad, se puede reducir el riesgo de sufrir alergias, ya que los más pequeños entran en contacto con los factores alérgenos desde temprana edad y, por tanto, se acostumbran a tratar con este tipo de alérgenos que poseen los gatos.

También está demostrado que los gatos ayudan a disminuir el insomnio. Cuando un gato acude a tu lado para dormir contigo, significa que se siente cómodo, a gusto y protegido, una sensación que se transmite a los humanos muy fácilmente. De este modo, se ha descubierto que las personas que duermen junto a su gato lo hacen con un sueño más profundo y reparador en comparación a quienes duermen solos.