Actualidad

Qué debo hacer si encuentro monedas de oro y tesoros en España: esto es lo que te corresponde, según la ley

Foto: Dreamstime.

elEconomista.es

La búsqueda de tesoros ha sido considerada una actividad lúdica o un pasatiempo tradicional en las diferentes culturas el mundo. Sin embargo, esta práctica tiene serias implicaciones legales en el contexto español.

De acuerdo con el artículo 352 del Código Civil, y recoge Noticias Jurídicas, un tesoro se define como un "depósito oculto e ignorado de dinero, alhajas u otros objetos preciosos cuya legítima pertenencia no conste". Es fundamental que, ante cualquier hallazgo, la persona sepa que tiene la obligación legal de notificar a las autoridades competentes, como la Policía Nacional o la Guardia Civil, para evitar enfrentarse a severas acusaciones de apropiación indebida, tipificada en el Código Penal.

Al encontrar un objeto que se considere un tesoro, es esencial considerar su valor histórico o arqueológico. La ley establece que cualquier hallazgo debe ser entregado a las autoridades para su evaluación. Además, se debe mantener intacto el entorno donde se realizó el hallazgo, ya que cualquier alteración podría comprometer no solo la integridad del objeto, sino también su valor histórico. Antes de que las autoridades intervengan, es aconsejable documentar el lugar y el estado del objeto mediante fotografías, lo que contribuirá a una gestión adecuada del hallazgo.

La recompensa para la persona que descubrió el tesoro

Es importante destacar que el descubridor de un tesoro tiene derecho a una recompensa. Según la normativa vigente, este puede recibir hasta la mitad del valor de tasación del objeto. Sin embargo, esta cantidad debe ser compartida con el propietario del terreno donde se encontró el tesoro. Si el hallazgo se realiza en un terreno sin dueño, el descubridor se queda con la mitad del valor, mientras que el resto se destina al Estado. En caso de que el objeto tenga un destacable interés para la ciencia o el arte, el Estado puede ejercer el derecho de adquisición, compensando al descubridor de manera proporcional.

Qué pasa si no informo el hallazgo

Según Heraldo, las implicaciones legales de no informar sobre un hallazgo o de saquear un yacimiento arqueológico son severas. Las penas pueden incluir prisión de seis meses a tres años, además de multas que varían entre 150.000 y 600.000 euros. Para proteger el patrimonio cultural, también se prohíbe el uso de detectores de metales sin la correspondiente autorización, ya que esto puede conllevar sanciones adicionales según se puede apreciar en la Ley 3/1999 de Patrimonio Cultural Aragonés.