La investidura de Salvador Illa se celebrará el jueves 8 de agosto

Confirmado: la investidura de Salvador Illa se celebrará el próximo jueves 8 de agosto. El presidente del Parlament de Catalunya, Josep Rull, anunció este martes que el debate para nombrar presidente de la Generalitat al candidato socialista se producirá de aquí dos días, fecha ya prevista, a las 10 de la mañana.

El día se ha hecho público después de que el propio Rull se reuniese con todos los grupos parlamentarios para confirmar con que apoyos contaba el socialista Illa. Una vez confirmado que contaba con los votos necesarios, el presidente de la cámara catalana fijo la sesión.

El siguiente trámite sucederá el miércoles, cuando se reunirá la Diputación Permanente del Parlament, formada por 23 diputados y el organismo con el que opera la institución en periodos de vacaciones. No debería existir ningún contratiempo, pues este mismo martes PSC, ERC y comuns registraron una petición para convocar "con carácter urgente e inmediato" esta delegación para oficializar la fecha del debate de investidura.

Illa desencalla así una investidura que se alargó hasta el lunes a última hora pendiente de las juventudes de ERC, que dieron su apoyo al pacto entre republicanos y socialistas. Fue bien entrada la noche cuando dijeron que su representante, Mar Besses, dará un "sí crítico" al nuevo presidente de la Generalitat.

Sin embargo, y a pesar de tener asegurados los votos necesarios, Illa tiene todavía un obstáculo de cara a ser esta misma semana presidente de Cataluña: la vuelta del expresidente Carles Puigdemont planea sobre la sesión de investidura. El líder de Junts ha amagado con volver a España para el debate de investidura, con lo que podría arriesgarse a una detención.

El regreso de Puigdemont

El secretario general de su formación, Jordi Turull, avisó que si se detiene a Puigdemont es porque "hay un juez que decide no aplicar la ley de amnistía". Por ello, pedirá a Rull que suspenda el pleno de investidura porque, a su juicio, "no son condiciones" de hacerlo. Sería previsible que el juez Pablo Llarena activase la orden de detención que mantiene contra el dirigente.

En la misma línea de Junts se expresó Esquerra Republicana. En una entrevista concedida a TV3, la secretaria general adjunta, Marta Vilalta, admitió que "seguramente será necesario suspender o aplazar" el pleno de investidura si se produce esta detención. No obstante, aseguró que el arresto no variará el sentido del voto de la formación soberanista.

Y es que Puigdemont ha logrado supeditar la agenda política y la investidura de Illa con su hipotético regreso. El Partido Popular, por ejemplo, avisó que no permitirá que, por culpa del expresidente, "se entorpezca el funcionamiento de las instituciones democráticas". Así lo señaló el portavoz del PP, Juan Fernández, aunque no aclaró tampoco si permitirán que se celebre el pleno si Puigdemont accede al Parlament y ocupa su escaño. "Si Puigdemont viene debe ser para rendir cuentas ante los tribunales", sostuvo.

Mientras, Vox convocó una protesta a las 9.30 de la mañana -media hora antes del pleno- para recibir al expresidente. "No toleraremos la humillación de ver a un delincuente y prófugo de la justicia entrar al Parlament. Acude con tu bandera a recibirle como se merece, en caso de no ser detenido antes", dijo Ignacio Garriga, secretario general.

No fueron menos beligerantes desde el extremo opuesto del hemiciclo. El diputado de la CUP Dani Cornellà defendió que la investidura de Illa no suponía la muerte de la lucha por la independencia. "Es la muerte del procés. El procés ha llegado a un punto final con esta investidura de un partido independentista a un presidente españolista y de derechas. Lo tenemos que reconocer y decir", denunció.