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Si estás entrando al mar por donde no hay olas, te estás equivocando: esto es lo que opina un surfista experto

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elEconomista.es

En estos días de calor de verano que invitan a tomar un chapuzón en la playa muchos son los que se encaminan a algún punto de la costa para refrescarse y disfrutar del buen tiempo. Sin embargo, cuando se pasa el día en la playa son varias las consideraciones que se deben tener en cuenta, y no se reducen a ponerse crema solar para protegerse del sol. En España se registraron un total de 422 ahogamientos que terminaron en muerte en 2023, una cifra que año tras año se intenta reducir. Este año el número de estos ahogamientos ha llegado a los 272 personas, a la espera de que se contabilicen los últimos seis meses del 2024. Y es que saber como actuar es clave, aunque en algunas ocasiones esto pueda contradecir al instinto.

Lo primero cuando se llega a la playa es observar el oleaje del mar y la bandera que señaliza si hay algún peligro. Si aún con oleaje moderado hay intención de bañarse existen conocimientos indispensables que podrían salvarte la vida si eres arrastrado por una resaca. El surfista Rubén Prieto lo explica muy claro: "la que parece la zona más segura no lo es. La zona en la que no hay olas no tiene por qué ser la zona más segura". Muchas veces los bañistas que tratan de evitar el oleaje se sitúan en los lugares donde menos rompen las olas, pero estos son muy peligrosos ya que por ahí es por donde el agua regresa al interior del mar y las corrientes pueden llegar a arrastrarte. "La corriente escapa alrededor de la rompiente hacia atrás".

"Resulta que en Galicia en la mayoría de las playas que pasa esto no hay vigilancia y en las que no pasa sí la hay", dice el surfero gallego para concienciar.

¿Qué hacer si te lleva la corriente?

Uno de los puntos fundamentales es no perder la calma y sobre todo no nadar contra corriente. Prieto menciona que instintivamente se puede pensar que hay que volver cuanto antes a tierra nadando en línea recta, pero esto puede ser peligroso ya que se pierden muchas energías nadando contra corriente. La mejor manera de regresar sería "nadar paralelamente a la orilla" para salir de este modo de la corriente que empuja hacia el fondo y poder salir del mar.