Así es la faneca, el pez araña venenoso que ha picado a más de 700 personas en España: dónde se encuentra y cómo tratar su mordedura

Hay un pez que está atemorizando a los bañistas de Galicia. Se trata de la faneca, conocido como pez araña o escorpión, que ha picado a más de 700 personas en el último mes en Sanxenxo. El verano pasado, en esta zona del norte de Galicia hubo 1774 picaduras de fanecas.

Este animal también se puede encontrar en otras costas españolas además del Atlántico, como es el caso de en las aguas frías del Mediterráneo. Suele habitar en zonas arenosas y fangosas a menos de 100 metros de profundidad. El problema de que esté picando más en verano es que en la época estival se acerca más a la costa para encontrar alimento. Cuando la marea es baja y los días son calurosos, hay más presencia de este pez.

La faneca es de color pardo verdoso con manchas oscuras que puede medir entre 15 y 50 centímetros, posee una aleta dorsal corta con espinas conectadas a una glándula que produce una sustancia venenosa que termina en aguijón. Ese veneno genera un dolor intenso, inflamación y escozor local.

Es un pez tranquilo aunque su peligro aparece cuando se le pisa con frecuencia, al estar enterrado bajo la arena, sus aguijones quedan expuestos hacia arriba aumentando la posibilidad de pisarlos. Cuando se pisan los aguijones, se produce un dolor intenso.

Cómo tratar la picadura de la faneca

Es un pez muy habitual en Galicia, los bañistas de la zona lo conocen y recomiendan que, ante una picadura, lo mejor es meter el pie en agua caliente para reducir que el poder del veneno en el cuerpo. La temperatura del agua ideal sería de al menos de 45ºC durante al menos 45 minutos, esto inactiva la toxina y alivia el dolor.

Es importante lavar la zona de la mordedura y retirar los restos con una pinza. Después de esto, se puede aplicar una crema tópica o antihistamínicos o corticoides suaves para reducir la hinchazón, siempre consultando a un médico.

Para evitar ser picado es útil usar zapatillas para la playa o calcetines de agua. Arrastrar los pies al caminar es otra opción pero no siempre es la más conveniente.