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Así es el planeta azul que hierve a 1.000 grados y huele a "huevo podrido"

Foto: NASA, ESA, M. Kornmesser.

Cristian Gallegos, Agencias

Uno de los últimos estudios realizados por la Universidad Johns Hopkins, con datos del telescopio espacial James Webb, arroja la existencia de un exoplaneta que se ha vuelto famoso por su clima mortal y porque ha estado escondiendo otra característica extraña: "huele a huevo podrido", según la investigación publicada en Nature.

Según detalla la publicación, la atmósfera de 'HD 189733 b', un gigante gaseoso del tamaño de Júpiter tiene trazas de sulfuro de hidrógeno, una molécula que no sólo emite un hedor, sino que también ofrece a los científicos nuevas pistas sobre cómo el azufre, un componente básico de los planetas, podría influir en el interior y las atmósferas de los mundos gaseosos más allá del sistema solar.

"El sulfuro de hidrógeno es una molécula importante que no sabíamos que estaba allí. Predijimos que estaría allí y sabemos que está en Júpiter, pero realmente no la habíamos detectado fuera del sistema solar", ha señalado Guangwei Fu astrofísico de Johns Hopkins que dirigió la investigación. "No estamos buscando vida en este planeta porque hace demasiado calor, pero encontrar sulfuro de hidrógeno es un paso adelante para encontrar esta molécula en otros planetas y obtener más conocimientos sobre cómo se forman los diferentes tipos de planetas",ha agregado el experto.

Además de detectar sulfuro de hidrógeno y medir el azufre general en la atmósfera de HD 189733 b, el equipo de Fu midió con precisión las principales fuentes de oxígeno y carbono del planeta: agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono.

"El azufre es un elemento vital para construir moléculas más complejas y, al igual que el carbono, el nitrógeno, el oxígeno y el fosfato, los científicos necesitan estudiarlo más para comprender completamente cómo se forman los planetas y de qué están hechos", ha detallado Fu.

El "Júpiter" caliente

A sólo 64 años luz de la Tierra, HD 189733 b es el "Júpiter caliente" más cercano que los astrónomos pueden observar pasando frente a su estrella, lo que lo convierte en un planeta de referencia para estudios detallados de atmósferas exoplanetarias desde su descubrimiento en 2005, ha agregado Fu.

En esta línea, el planeta está aproximadamente 13 veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol y tarda solo dos días terrestres en completar una órbita. Tiene temperaturas abrasadoras de 1.700 grados Fahrenheit (1.000 grados Celsius) y es conocido por su clima severo, que incluye lluvia de vidrios que vuelan hacia los lados con vientos de 5.000 mph.

Tal como lo hizo al detectar agua, dióxido de carbono, metano y otras moléculas críticas en otros exoplanetas, Webb brinda a los científicos otra herramienta nueva para rastrear el sulfuro de hidrógeno y medir el azufre en planetas gaseosos fuera del sistema solar.

"Supongamos que estudiamos otros 100 Júpiter calientes y todos están enriquecidos con azufre. ¿Qué significa eso sobre cómo nacieron y cómo se forman de manera diferente en comparación con nuestro propio Júpiter?", se ha cuestionado Fu.

Los nuevos datos también descartaron la presencia de metano en HD 189733 b con una precisión sin precedentes y observaciones en longitud de onda infrarroja del telescopio Webb, contradiciendo afirmaciones anteriores sobre la abundancia de esa molécula en la atmósfera. "Habíamos estado pensando que este planeta era demasiado caliente para tener altas concentraciones de metano, y ahora sabemos que no es así", ha agregado Fu.

Niveles de metales pesados como los de Júpiter

El equipo también midió niveles de metales pesados como los de Júpiter, un hallazgo que podría ayudar a los científicos a responder preguntas sobre cómo la metalicidad de un planeta se correlaciona con su masa, ha señaladoFu.

Los planetas gigantes helados menos masivos, como Neptuno y Urano, contienen más metales que los que se encuentran en gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno, los planetas más grandes del sistema solar. Las mayores metalicidades sugieren que Neptuno y Urano acumularon más hielo, roca y otros elementos pesados en relación con gases como el hidrógeno y el helio durante los primeros períodos de formación. Los científicos están probando si esa correlación también es válida para los exoplanetas, ha explicado Fu.

"Este planeta, con una masa similar a la de Júpiter, está muy cerca de la Tierra y ha sido muy bien estudiado. Ahora tenemos esta nueva medición que demuestra que, de hecho, las concentraciones de metales que posee proporcionan un punto de apoyo muy importante para este estudio de cómo la composición de un planeta varía con su masa y radio", ha dicho Fu. "Los hallazgos respaldan nuestra comprensión de cómo se forman los planetas mediante la creación de más material sólido después de la formación inicial del núcleo y luego se enriquecen naturalmente con metales pesados", ha sentenciado el investigador.

En los próximos meses, el equipo de Fu planea rastrear el azufre en más exoplanetas y descubrir cómo los altos niveles de ese compuesto podrían influir en la proximidad que tienen entre ellos y sus estrellas madre.

Esta investigación fue apoyada por la NASA a través del programa JWST GO .