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Los líderes de la UE respaldan los nombramientos de Von der Leyen, Costas y Kallas para la cúpula comunitaria

  • Meloni se abstuvo de la designación de la alemana y voto en contra del portugués y la estonia
  • El primer ministro húngaro se opuso a un nuevo mandato de la presidenta de la Comisión Europea, votó a favor del Costa y se abstuvo con Kallas
  • La Eurocámara debe dar el visto bueno a la nominación de la jefa del Ejecutivo comunitario y la Alta Representante de la UE

Lidia Montes
Bruselas,

Con las elecciones europeas del 9 de junio todavía presente en el imaginario, la UE empieza a dar forma a la cúpula institucional de la próxima legislatura. Los líderes comunitarios han confirmado el paquete acordado: que la alemana Ursula von der Leyen renueve su mandato al frente de la Comisión Europea, que el exprimer ministro portugués, Antonio Costas, lleve las riendas del Consejo Europeo y que la primera ministra estonia, Kaja Kallas, se siente al frente de la diplomacia europea, como Alta Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, en sustitución de Josep Borrell.

No ha tardado en reaccionar el exprimer ministro portugués que en una publicación en la red social X, antigua Twitter, ha indicado que desde el 1 de diciembre estará "comprometido con impulsar la unidad entre los 27 Estados miembro y centrado en poner en marcha la agenda estratégica" durante los próximos cinco años.

Por su parte, la primera ministra estonia ha apuntado a la inestabilidad en el vecindario de la UE y a nivel global como los principales desafíos para la próxima legislatura. Pendiente del respaldo de la Eurocámara, Kallas se ha puesto como principales objetivos "reforzar la unidad" del bloque y "proteger los valores e intereses de la UE en un nuevo contexto geopolítico", ha señalado en una publicación en X.

El esfuerzo no ha sido menor pues la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, llegaba al encuentro dispuesta a tensar la conversación. No en vano, esta misma semana, se mostró claramente contrariada por una distribución de cargos de la que no ha participado la formación que lidera, los Conservadores y Reformistas (ECR).

Finalmente, la italiana se ha abstenido de la revalidación de Von der Leyen y ha votado en contra del nombramiento de Costas y Kallas. El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, se opuso a un nuevo mandato de la presidenta de la Comisión Europea, votó a favor del portugués y se abstuvo sobre el nombramiento de la primera ministra estonia. En todo caso, los tres nombres han obtenido el respaldo de veinticinco Estados miembro, superando la mayoría de quince países necesaria para sacar adelante el paquete de cúpula.

"La propuesta formulada por populares, socialistas y liberales es errónea en el método y en el fondo. He decidido no apoyarla por respeto a los ciudadanos y a las indicaciones que de ellos salieron en las elecciones. Sigamos trabajando para dar por fin a Italia el peso que merece en Europa", ha indicado la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, en una publicación en X.

Echaba leña al fuego, a su llegada al encuentro, el primer ministro magiar que criticaba que "no se basa en el mérito de las elecciones" ya que, de ser así, incluiría al ECR que encabeza Meloni. "Es una evidencia clara de que es un acuerdo de partidos. Es vergonzoso", añadía.

La idea es, además, respaldar un nuevo mandato de dos años y medio en la presidencia del Parlamento Europeo para la popular Roberta Metsola. Los otros dos años y medio restantes de legislatura continuarán con una presidencia socialista en la Eurocámara.

En este encuentro, finalmente se vinculó el respaldo a los altos cargos con la agenda estratégica para la próxima legislatura de cara a poder satisfacer las aspiraciones de la tercera economía del euro. Si el primero de los debates requiere mayoría cualificada para el segundo se necesita la unanimidad de los veintisiete Estados miembro, lo que complicaba las conversaciones. Competitividad, defensa o la ampliación del bloque hacia el Este serán pilares de la estrategia de la UE para los próximos cinco años.

La negociación

Los jefes de Estado y de Gobierno del bloque llegaban al Consejo Europeo de este jueves con el acuerdo bastante perfilado y pocas dudas sobre el reparto de estos cuatro altos cargos. Pero en este diálogo han tendido la mano a la italiana. El canciller alemán, Olaf Scholz, apuntaba que se discutiría de forma justa: "los 27 son igualmente importantes".

Intentaba calmar las aguas el primer ministro polaco, Donald Tusk: "no hay Europa sin Italia y no hay decisión sin la primera ministra Meloni", y explicitaba que el paquete de altos cargos solo pretendía facilitar el debate de líderes. Tuvo a bien el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, detallar que la intención no fue "excluir u ofender a nadie" y apuntó que no se trata de un "acuerdo cerrado" sino una propuesta "que refleja la mayoría del Consejo Europeo".

Los negociadores de los populares socialistas y liberales se reunieron esta semana para cerrar los flecos de la configuración del próximo ciclo legislativo. Aunque fue más contundente el primer ministro belga, Alexander De Croo, que apuntó que "depende del presidente de la Comisión Europea constituir la Comisión Europea" y puso en valor la necesidad de contar con perfiles "de calidad" con voluntad de trabajar. "Así funciona la democracia", agregó ante la posibilidad de que los líderes ofrecieran a la italiana un alto cargo relevante en el seno del Ejecutivo comunitario.

Lo cierto es que las tres grandes familias políticas de la UE contaban ya con esa mayoría cualificada necesaria en el Consejo Europeo, de 15 Estados miembro, para sacar el acuerdo adelante. También en la Eurocámara para respaldar la candidatura de Von der Leyen para capitanear la Comisión Europea, con 400 escaños de los 720 que componen la Eurocámara en la votación que tendrá lugar en julio.

Además, de Meloni también habían manifestado su descontento el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, y el eslovaco, Robert Fico, previo al encuentro.