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El ISGlobal y el CSIC destacan la necesidad de colaboración global para salvar vidas

  • Las organizaciones alegan la importancia de que el Gobierno dé más ayudas para la investigación
  • El cambio climático tendrá como consecuencia la aparición de nuevas enfermedades

María Juárez

Tras la pandemia, quedó claro que las enfermedades ya no son cosa de una simple región, sino que son globales y afectan a todos por igual. Por lo que es necesario no solo la colaboración entre todos los actores, sino también aumentar la inversión para poder seguir salvando vidas y ayudando a la población en temas de salud. Este es uno de los temas que han debatido Quique Bassat Orellana, director general del ISGlobal y José María Martell Berrocal, vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC, durante el tercer encuentro del ciclo empresarial Shuttle Madrid – Barcelona, organizado ayer por elEconomista.es.

Ambas organizaciones surgen por motivos muy similares. El ISGlobal nace a raíz de la alianza entre la Fundación La Caixa y varias instituciones académicas y gubernamentales en el 2010, aunque el organismo cuenta con más de tres décadas de experiencia. El instituto recoge el testigo del CRESIB y nace para proveer en Barcelona un centro de referencia en investigación y afrontar los retos en salud. Además, de tratar de corregir las desigualdades en esta categoría. Desde ISGlobal ponen el foco en la equidad. "El lugar de nacimiento de una persona condiciona tus posibilidades de supervivencia y de que te vaya bien. Y esto va más allá de norte y sur, ya que dentro de tu propio barrio puede haber diferencias muy importantes. Nosotros tratamos de reducir esta brecha a través de la investigación", apuntó Bassat Orellana.

Asimismo, el objetivo de estas instituciones es ir más allá de la investigación y conseguir que los resultados sean tangibles. Así lo explicó el propio director general, "vamos más allá de hacer una ciencia eficiente porque queremos ver un impacto con la ciencia que hacemos. Tenemos la ambición de generar cambios tangibles y a corto plazo con nuestros estudios. Por ejemplo, la aparición de la vacuna para la malaria, tiene un impacto real y vemos que salvamos vidas".

Proyectos entre manos

Otro de los ejemplos que planteó Bassat Orellana durante el encuentro de ayer, fue la innovación tecnológica que se ha logrado para detectar casos de meningitis en lactantes, sin que haga falta una extracción. "Con este método en el sur logramos que se salven vidas, y en el norte se ahorraría dinero. Buscamos innovar partiendo de un partiendo de un problema del sur, cuya solución podrá aplicarse también en el norte". En general, Bassat Orellana ha centrado su carrera profesional en el estudio de la malaria durante la infancia, aunque también ha realizado trabajos sobre infecciones respiratorias, enfermedades diarreicas e infecciones neonatales en regiones como, por ejemplo, Mozambique, Marruecos o Bután. Asimismo, Bassat ha estudiado una enfermedad tropical "olvidada", el Pian.

El director general de ISGlobal aconsejó que "no hay que tener miedo a las ideas locas. La ciencia se basa en el fracaso, en levantarse y volverse a reinventarse. No hay que tener miedo al volver a empezar, porque siempre habrá momentos de éxito".

El CSIC, por su parte, aparece en escena en 1939 y se encarga del desarrollo de la investigación, el fomento de la cultura científica en la sociedad, la gestión de grandes instalaciones e infraestructuras científicas, asesoramiento experto a administraciones públicas e instituciones privadas y, sobre todo, tienen el foco puesto en la generación de conocimiento a través de la investigación no solo científica, sino también técnica. "Generamos conocimiento y tenemos investigaciones en todas las áreas del conocimiento, incluso en humanidades y ciencias sociales. En definitiva, somos una entidad multidisciplinar. Y los proyectos que tenemos involucra a muchos actores, desde empresas hasta entidades públicas", aseveró Martell Berrocal.

Durante la pandemia se trabajó para dar soluciones a la población. "Las mascarillas del CSIC venían de un instituto que se dedicaba a la alimentación y se dio cuenta de que podían ser transferibles", alegó el vicepresidente de la entidad. Ahora bien, el CSIC tiene entre manos varios proyectos. "En Asturias, hace unos meses, habilitamos un centro con un proyecto de IA que tiene que ver con operar el cáncer de tiroides. Esto es un beneficio para la salud y para las personas, y en general tienen un impacto en el sistema de salud público, ahorrando costes", explicó el vicepresidente de la entidad.

Nuevas enfermedades

El cambio climático es un problema global de consecuencias devastadoras si no se toman medidas a tiempo. Con temperaturas récord, el mundo está experimentando olas de calor más prolongadas que derivan en temporadas de incendios forestales. Otro de los grandes problemas es la sequía. Las escasas lluvias están afectando al campo y, por ende, a la economía; aunque también las inundaciones y el aumento del nivel del mar tienen repercusiones negativas.

No obstante, todavía parece haber gente que no es consciente del cambio climático. "Hay evidencia científica del cambio climático, no hay más que ver los informes sobre la temperatura o el efecto invernadero. No cabe duda de como está impactando en la fauna y flora. En el caso de España, si queremos seguir siendo un país de agricultura y ganadería, tenemos que poner medidas. Se está investigando para desarrollar productos vegetales que resistan el estrés hídrico. Además, desde el ministerio, se está impulsando un sistema de regadío efectivo y se está estudiando como va a afectar a la biodiversidad", apuntó Martell Berrocal.

En relación con esto, Bassat Orellana dijo que "hemos dejado de tener cuatro estaciones. Hay olas de calor que dejan muertes a su paso. Ahora ya no hay tanto el problema del negacionismo, sino en no ser activo en mitigar este impacto". El auge de las temperaturas y los movimientos poblacionales han provocado que enfermedades que habían desaparecido o que solamente eran una cuestión de países menos desarrollados. "Ahora hay casos de dengue en Barcelona o de malaria en Florida", aseveró Bassar Orellana. Ante esto, Martell Berrocal destacó que "hay enfermedades que pueden llegar a nuestro país por culpa del cambio climático. Egoístamente, necesitamos que los países del sur estén desarrollados, porque los problemas de salud ya son globales, como se ha visto con el coronavirus".

Ayudas y subvenciones

La investigación científica es un ámbito muy competitivo que necesita fondos. En palabras del director general del ISGlobal, "tenemos fondos competitivos que nos permiten trabajar de forma regular. Aunque no es fácil teniendo en cuenta desde el punto que partimos, porque la investigación, y más nuestra área, no es tan atractiva como para captar gente". Asimismo, desde el CSIC resaltan que "hay que invertir para contaminar menos. Hay un equilibrio complicado que deben tener en cuenta los políticos, que toman las decisiones, pues queremos tener tomates baratos y ropa barata, pero para eso vienen de regiones muy contaminantes". Y agrega que "la ciencia vive de los recursos que capta. Es algo bueno que el Gobierno quiera ahora incrementar los fondos".

Más allá de las ayudas, también es esencial la colaboración con las entidades tanto públicas como privadas. "Hay colaboraciones a varios niveles. En el caso de investigador-investigador, es la más natural. Al final, los investigadores nos movemos mucho, es normal que hayamos estado entre 5 y 10 centros de investigación, generando así una red de contactos que al final enriquece a la ciencia. Así conoces posibles colaboradores. Por otro lado, la colaboración con las instituciones, la buscamos", explicó el vicepresidente de Investigación Científica y Técnica del CSIC.

En el caso del CSIC, trabaja en un proyecto de colaboración con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En palabras de Martell Berrocal, "con la AEMET colaboramos para el desarrollo de plataforma de servicio climático. Ellos tienen los datos, pero necesitan los investigadores para saber si va a haber sequías o eventos de viento muy fuerte"— y agregó— "también colaboramos con el Ministerio de Agricultura y Pesca. Estamos asesorándoles en la Política Agraria Común (PAC), desarrollando indicadores para ver si las acciones se están llevando a cabo o no, también en temas de calidad ambiental".

Del mismo modo, desde el ISGlobal colaboran con instituciones y con centros, "con lo que sin ellos no existiríamos hoy en día. Sin estas relaciones institucionales haríamos mucho menos", afirmó el director general del instituto. Y agregó que "somos privados, pero en nuestro patronato tenemos entidades tanto públicas como privadas, que al final fomentan la relación entre diversos actores. Con la pandemia quedo claro que o remábamos todos juntos o no íbamos a tener soluciones para todos los retos que surgían diariamente. En el ámbito científico nos volvimos más abiertos, y esto es algo que hemos mantenido. La ciencia o es colaborativa o no es buena ciencia, estamos en un mundo globalizado y ya no solo hay que colaborar con el vecino sino con cualquiera, porque las soluciones son multidisciplinar".

Cantera de científicos

Las profesiones de ciencias siempre han sido las más demandadas y las más deseadas entre los estudiantes. Esto se debe, sobre todo, a las amplias salidas laborales que ofrecen. Sin embargo, la vía de investigador no es tan cotizada y esto puede suponer un problema para España, que teme revivir lo ocurrido en 2008, cuando, tras la crisis económica, se redujo el número de científicos porque no había ayudas para investigar.

"Tenemos la cantera, otra cosa es que opten por esta rama", apuntó Bassat Orellana. Martell Berrocal, por otro lado, destacó que "las generaciones de ahora están más preparadas que nosotros. Además, el mercado laboral es muy dinámico, lo que hace que mucha gente pueda preferir irse a una empresa porque ofrece mejores condiciones salariales y de seguridad". Y añadió que "el sistema de ciencias se mantiene en la medida en que somos capaces de generar talento, por eso es tan importante la formación y captación de nuevos investigadores, porque al final es algo que nos enriquece a todos".

En general, es necesario nuevos científicos que sepan adaptarse al uso de las nuevas tecnologías.