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El perfil del rider cambia: esto es todo lo que hay detrás de este empleo
- Ya no son estudiantes sino un trabajador para sacar adelante a su familia
- Muchos de los riders actuales suelen tener un alto grado de formación
- La Universidad de Zaragoza analiza estas plataformas en cinco ciudades españolas
Eva Sereno
Zaragoza,
¿Ha servido para algo la llamada Ley Rider, de mayo de 2021? La figura de estos repartidores siempre ha estado en el punto de mira por la precariedad y porque en numerosos casos se detectó que eran falsos autónomos. La legislación quiso corregir esta situación para lo que también se pusieron en marcha otras iniciativas como la Carta para unas condiciones decentes en la economía de plataformas o una Ley Rider en la Unión Europea.
El análisis de estas plataformas de reparto de comida en España reflejan un aumento de la precariedad e informalidad laboral dentro de un mercado laboral que se flexibiliza cada vez más, con un alto desgaste de la salud física y mental, con nula conciliación laboral-familiar y con unas formas de empleo irregular, sin contratación laboral, con una mano de obra disponible las 24 horas de los 7 días de la semana y, desde el punto de vista contractual, se es un trabajador desechable.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio, presentado en Zaragoza, realizado por 24 investigadores de centros nacionales e internacionales sobre estas plataformas de reparto en cinco ciudades españolas, teniendo en cuenta el punto de vista económico, sociológico y antropológico. Esto ha permitido analizar la labor y situación del rider más allá del debate de autónomo o asalariado.
Este proyecto de investigación RIDER, de la Universidad de Zaragoza, refleja que el perfil del repartidor ha cambiado al sustituir a estudiantes que buscaban ganarse un dinero por trabajadores que, en ocasiones, tienen un alto grado de formación, incluso universitaria, y cualificación. Una situación que, de acuerdo con el estudio, es propiciada por empresas que aprovechan la flexibilización actual de la legislación laboral y la rigidez de la legislación migratoria.
El estudio, financiado por el Ministerio de Ciencia y la Agencia Nacional de Investigación, pone el foco a su vez en otra serie de aspectos. Uno de ellos es el desgaste de la salud por la exposición prolongada a las inclemencias climáticas, el esfuerzo físico derivado del movimiento acelerado por la ciudad, el riesgo de accidentes y la presión por la entrega a tiempo.
Este deterioro igualmente está relacionado con el peso de las cargas que se transportan a la espalda, las condiciones precarias del trabajo y la incertidumbre en sí que conlleva el tema de pedidos, ingresos y futuro.
A esto se suman las esperas, ya que el reparto se basa en un desplazamiento rápido y contrareloj en las ciudades, pero también hay períodos de inmovilidad. En la práctica, el reparto se cobra por pedido y, entre pedido y pedido, hay horas largas sin remuneración ni descanso.
El rider pasa este tiempo en espacios públicos porque no hay "oficinas", lo que lleva a tener que emplear plazas y bancos para sentarse, aparte de otros espacios privados, como por ejemplo restaurantes, para poder utilizar el baño.
El rider tampoco tiene fácil conciliar vida laboral y familiar. Inicialmente era un tema que las empresas querían solucionar con flexibilidad. Sin embargo, la investigación relaja que no sucede así, sobre todo en el caso de las madres. Precisamente, las horas de alta demanda de pedidos son también las horas de mayor intensidad de los cuidados familiares de comidas, las recogidas de colegios o las veladas nocturnas con los hijos, así como los fines de semana y festivos.
Tampoco se ha solucionado la gestión algorítmica. Se pidió "transparencia algorítmica" sobre las órdenes automatizadas que reciben los repartidores, pero las plataformas no han logrado implantar una regulación sobre las órdenes automatizadas que reciben los repartidores. Y eso que existen soluciones en las que el componente humano en su diseño ha sido clave. Es el caso de recursos como CoopCycle, que nació en Francia y ya está operando en algunos países europeos.
El estudio también presta atención a la migración. En este sentido, destaca que el reparto a domicilio por aplicación es uno de los sectores más internacionalizados del mercado laboral español, junto con la agricultura, recolección, industrias cárnicas y servicio doméstico. Además, se observa que el trabajo de rider es una de las pocas opciones para entrar en el mercado laboral nacional en muchas ocasiones.