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El modelo del Girona que todos quieren copiar: así se gestiona un club que será histórico

  • Quique Cárcel, director deportivo desde 2014, es el gran arquitecto de este Girona
  • Míchel, su entrenador, sabe transmitir sus ideas y su mensaje llega al vestuario
  • Pere Guardiola, hermano de Pep, es uno de los mayores accionistas del club
Los jugadores del Girona celebran el tercer tanto conseguido ante el Atlético de Madrid. Foto: EFE

Alejandro Serrano Martínez

Este pasado jueves terminó la primera vuelta de LaLiga con dos equipos empatados a 48 puntos: Real Madrid y Girona. Siete y diez puntos por encima de sus máximos perseguidores en la actualidad, como son el FC Barcelona y el Atlético de Madrid y Athletic, respectivamente. Con todo esto, su probabilidad de participar en la próxima edición de la Champions es cada vez mayor, con lo que daría un impulso no solo al club, sino a toda la ciudad.

Sin duda, este es el año del Girona. En el plano deportivo, el equipo catalán está arrasando gracias a unos números espectaculares. Su promedio está en 96 puntos y cerró la primera vuelta del campeonato siendo el máximo realizador con 46 goles a favor, es decir, a 2,4 goles por partido. Solo ha perdido un encuentro (ante el Real Madrid) y, precisamente, fue su único partido sin marcar. Los 46 goles son los mismos que lleva el Manchester City en la Premier League. En Europa, tan sólo el Bayern (49 goles en 15 partidos) y el Bayer Leverkusen (46 con 16) tienen un porcentaje mejor.

Para llegar a estos números, el Girona ha tenido que partirse el lomo desde los despachos y la dirección deportiva, que junto con su entrenador Míchel forman la Santísima Trinidad. En los despachos, un exfutbolista, como Delfí Geli, presidente del Girona desde 2015, que ha visto con sus propios ojos la mutación de un club en el que "hace diez años no había camisetas del Girona a la venta, mientras ahora se la ponen para ir al colegio". Su apuesta como presidente vino de la mano de Pere Guardiola, hermano de Pep y uno de los accionistas del club (16%) junto con el empresario boliviano Marcelo Claure (35%) y el City Football Group (47%).

Y en la dirección deportiva, Quique Cárcel, considerado el arquitecto de este Girona. En septiembre renovó su contrato y seguirá al frente de la dirección deportiva de la entidad hasta 2027, cuando cumpliría su decimotercera campaña a cargo de las entradas y salidas del equipo catalán.  "La continuidad de Quique Cárcel garantiza la estabilidad y la continuidad de un proyecto deportivo en crecimiento", aseguró el club de Montilivi.

Precisamente, uno de sus grandes fichajes no ha sido el de un futbolista, sino el de un entrenador, Míchel, que lleva ya varios meses en boca de todos los medios de comunicación. Para Cárcel, "lo bueno de Míchel es que es lo que se ve. Muy natural, muy cercano y con unos valores muy importantes por su humildad y capacidad para llevar a cabo su trabajo. Es increíble cómo sabe transmitir sus ideas". Una de sus responsabilidades reside en saber dar seguridad y estabilidad al entrenador, y advierte de que van a venir malos momentos. "Somos humildes, un club pequeño, con solo cuatro años de historia (desde que pasó a manos del CFG) y lo más probable es que en algún momento llegue un bajón". 

El trabajo que lleva realizando Míchel en el Girona es de matrícula de honor. Y para que un entrenador de un equipo modesto esté peleando el título de tú a tú a todo un Real Madrid, es porque tiene algo que el resto no tiene. Tan solo unos privilegiados, y Míchel está en el camino de serlo. Su idea de juego es valiente, arriesgada y, según palabras de Cárcel, "también destacaría la mentalidad que tienen los jugadores. Da la sensación de que podemos jugar de tú a tú a los rivales. Hemos empatado contra dos equipazos, como la Real Sociedad y el Athletic, que tienen una gran fuerza física y calidad. Defendemos con el balón cuando vamos ganando y cuando perdemos somos verticales y vamos a por el rival para crear ocasiones". Y eso, en gran parte, es gracias al míster.

Una plantilla histórica

En el plano económico, el Girona tiene bien guardadas sus espaldas gracias a City Football Group (CFG), un conglomerado que administra equipos de fútbol. En este caso, son: Manchester City (Inglaterra), Girona (España), New York City (EEUU), Montevideo City Torque (Uruguay), Troyes AC (Francia), Lommel SK (Bélgica), Mumbai City (India), Yokohama Marinos (Japón), Sichuan Jiuniu (China), Melbourne City (Australia), Palermo FC (Italia), Club Bolivar (Bolivia -como partner-). Aunque, como bien dicen desde dentro del club, lo que realmente diferencia entrar en el CFG no es el dinero, sino una estructura muy profesional, de procesos en el día a día. "La gente que se cree que la ayuda del City es económica está muy equivocada. Pero mucho", avisa Pere Guardiola en una entrevista a Relevo.

Gracias a esto, el Girona puede completar su plantilla con jugadores cedidos del City Football Group, aunque en realidad no hay tantos futbolistas como parecen. Uno de ellos es Savinho, una de las revelaciones de LaLiga, que pertenece al Troyes francés y aterrizó en el club como cedido. Otro es Yan Couto, uno de los mejores carrileros derechos de la competición, que firmó en 2020 cinco años con el club inglés. El último es el venezolano Yangel Herrera, ya propiedad del Girona por 5 millones.

Durante este verano, el Girona, con el decimoquinto presupuesto más alto de LaLiga, gastó 22,5 millones de euros en fichajes, siendo el del delantero ucraniano Dovbyk (8 millones) el más caro de toda su historia. El colombiano Solís (6 millones) todavía no había jugado y en el último encuentro ante el Atlético disputó su partido con más minutos. Por 5 'kilos' llegó el mencionado anteriormente Yangel Herrera, y por 2 millones ficharon a Iván Martín y por 1,5 a Portu. Por el contrario, el club ingresó por ventas 17,9 millones de euros. Se deshizo del central uruguayo Santiago Bueno (12), de Oriol Romeu (3,4) y Terrats (2,5).

Futbolistas que ficharon por 4-5 millones, ahora tienen un valor cercano a los 30 

El club, por medio de su director deportivo Quique Cárcel, también agotó la vía de las cesiones, con futbolistas como Pablo Torre o Eric García (ambos del Barcelona) y de aquellos jugadores que terminaron sus contratos y llegaron de forma libre, como pueden ser Paulo Gazzaniga o Daley Blind, siendo este último todo un veterano que militó en equipos como el Bayern o Manchester United. 

Por otro lado, desde el Girona tienen en cuenta las plusvalías que puedan generar, tanto de las nuevas incorporaciones como de los jugadores que llegaron en años anteriores, como pueden ser Miguel Gutiérrez (fichó por 4 millones y ahora vale 20, según datos de Transfermarkt), Tsygankov (por 5 y ahora cuesta 25) o Aleix García (libre y ahora está en 20). Es algo que desde el Girona lo saben, pero es la ley del mercado la que dicta el rumbo. Sus últimos fichajes, Yangel Herrera y Artem Dovbyk, llegaron por 5 y 8 millones, y su valor de mercado llega a los 20 y 28, respectivamente. "Evidentemente lo normal es que al final pasen cosas, la gente se fija porque estamos haciendo las cosas bien", recuerda Pere Guardiola. 

Un nuevo estadio... ¿para la Champions?

Si el Girona no pierde el rumbo descaradamente, es muy probable que termine clasificándose entre los cuatro primeros, lo que daría acceso a la próxima Champions. Una competición que exigirá unos campos de fútbol acordes y por ello desde el club espera invertir más de 25 millones en sus instalaciones que incluyen mejoras en el estadio del Montilivi y en su ciudad deportiva.

"Tenemos un proyecto de tres fases, estamos hablando con el ayuntamiento, y aunque dependerá un poco de las ventas de jugadores, de lo que la economía del club permita invertir, evidentemente hay un plan estratégico de crecimiento que pasa por remodelar el estadio. Y por la construcción de la ciudad deportiva, que empezará en febrero y en el 2025 ha de estar acabada. Será un impulso vital para el club y para la comarca, me atrevería a decir", confirmó Pere Guardiola.

¿Podría disputar el Girona la próxima Champions League?

El pasado 7 de julio de 2023, la UEFA permitió que los clubes que pertenezcan al mismo dueño puedan jugar la misma competición europea. De esta manera, equipos como Aston Villa y Vitoria de Guimaraes, por un lado; del Brighton y el Royal Union Saint-Gilloise, por otro, y del Milan y el Toulouse, que comparten entre sí el mismo propietario. Además, como prueba adicional de su independencia, todos los clubes interesados aceptaron las siguientes condiciones: "Los clubes no se transferirán jugadores entre sí, ya sea de forma permanente o en préstamo, directa o indirectamente, hasta septiembre de 2024; los clubes no celebrarán ningún tipo de cooperación, acuerdos técnicos o comerciales conjuntos; y los clubes no utilizarán ningún ojeador conjunto o base de datos de jugadores".

Esto significa que si el Girona termina clasificándose para la próxima edición de la Champions League, no tendrá problemas en jugarla por primera vez en su historia, siempre y cuando cumplan (Girona y City) las condiciones previamente pactadas con la UEFA.