Estepona da un paso al frente contra la sequía y quiere construir su propia desaladora

La Costa del Sol Occidental sobrevivió al verano en mejores condiciones hidrológicas que la Axarquía, en el extremo este del litoral malagueño. Sin embargo, con el otoño ya instalado no han llegado las ansiadas lluvias y la situación se ha complicado, lo que ha llevado a la Junta de Andalucía a declarar también a este territorio en situación grave y excepcional de sequía.

Restricciones en el suministro para determinadas tareas, prohibición del llenado de piscinas del riego de jardines o cortes en fuentes y duchas públicas son algunas de las medidas comunes que se han marcado los ayuntamientos con el objetivo de alcanzar un 20% de ahorro de agua, cifra que se estima que sería necesaria para garantizar el abastecimiento el próximo verano.

Garantizar el autoabastecimiento

Ante la situación, el alcalde de Estepona una de las principales ciudades de la comarca, José María García Urbano, ha decidido dar un paso al frente anunciado que el Ayuntamiento de la ciudad tiene ya el proyecto y cuenta con la financiación necesaria para construir una desaladora que garantice el autoabastecimiento de la población.

Ahora, el consistorio está esperando a las pertinentes autorizaciones de las administraciones supramunicipales, esenciales para poder construir esta desaladora. "Llevamos todo el año trabajando en este proyecto, que es la prioridad en estos momentos para la ciudad", apunta García Urbano.

Una propuesta "colaboradora" con otras administraciones y "solidaria" con los municipios del entorno, ya que, según el alcalde también se verían beneficiados con la misma. "Los animo a sumarse a esta iniciativa para generar una red de desaladoras que garanticen los recursos hídricos ante la falta de precipitaciones", añade.

Reducir coste y tiempo

El proyecto de Estepona consiste, de forma inicial, en la construcción de una desaladora contenerizada, es decir, una planta de tratamiento del agua que reduce costes y tiempo de implementación al constar de módulos prefabricados. De forma que, un corto plazo de meses podríamos disponer de esta infraestructura, que podría estar en funcionamiento el próximo verano, si se dispone de las autorizaciones necesarias. Además, estará alimentada por placas fotovoltaicas que permitan alcanzar la práctica autosuficiencia energética durante todo el proceso de tratamiento del agua.

En detalle, el proyecto básico contempla las instalaciones de captación y vertido, y por otra parte, la construcción de una desaladora junto a la margen izquierda de la desembocadura del río Castor, en Estepona, sobre una parcela municipal de 53.442 metros cuadrados.

El proyecto, que se prevé desarrollar frente al mar, junto a la desembocadura del río Castor, contempla una producción original de 20.000m3/día, ampliables en el futuro a 30.000 m3/día. Para ello se instalarán dos módulos de 10.000m3, ampliables con un tercero.

La iniciativa mantiene el criterio de uso del proceso de desalación por ósmosis inversa. La calidad de agua tratada de salida, teniendo en cuenta que el destino será el abastecimiento, se adecuará a los límites fijados en el RD03/2023 sobre Calidad de las Aguas destinadas a Abastecimiento.

La creación de esta infraestructura se enmarca dentro del Plan Director de Abastecimiento de Estepona, donde el Ayuntamiento lleva trabajando en otras medidas, como las relativas al sistema de abastecimiento y prestación del servicio a los ciudadanos y que tiene en ejecución proyectos como el de la ampliación de la capacidad de almacenamiento de agua potable del depósito de Las Mesas, que ya está culminado y que va a dotar a la ciudad de una mayor independencia hídrica, al haber generado el mayor depósito de agua que tiene la ciudad con una nueva instalación que ha multiplicado por 15 la capacidad del antiguo depósito existente.

Estepona de más de 137 kilómetros, tiene una población censada de casi 75.000 personas, cifra que se dispara en la temporada estival, ya que, la ciudad es uno de los destinos más visitados de la provincia. La ciudad cuenta con una importante planta hotelera y desde hace más de una década es conocida como el jardín de la Costa del Sol por las numerosas plantas y flores que adornan su casco histórico.