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Mitos y verdades sobre cómo funciona el microondas: ¿sus ondas son radioactivas?

  • A pesar de ser un aparato que lleva años en nuestros hogares todavía hay cientos de mitos falsos
  • Si el nuestro tiene fallos de fábrica o esta viejo, lo más recomendable es cambiarlo por uno nuevo

elEconomista.es

Hoy en día apenas hay hogares que no tengan un microondas, ya que son el aparato idóneo para calentar e incluso cocinar alimentos de manera rápida y eficiente. A pesar de que llevan entre nosotros mucho tiempo todavía hay cientos de mitos y malentendidos sobre cómo funcionan estos dispositivos.

Sin duda, uno de los conceptos erróneos más comunes sobre estos aparatos es la idea de que las ondas emitidas por los microondas son radioactivas. Esto es mentira ya que los microondas emiten ondas electromagnéticas, no radiación ionizante, y por lo tanto las ondas emitidas por los microondas son ondas no ionizantes, lo que significa que no tienen la energía suficiente para alterar la composición molecular de los alimentos ni para ser consideradas radioactivas.

Otro mito común es la creencia de que los microondas pueden afectar negativamente la composición nutricional de los alimentos. La realidad es que, si bien es cierto algunos nutrientes pueden perderse durante el proceso de cocción, esta pérdida ocurre independientemente del método utilizado, ya sea microondas, horno convencional o estufa. De hecho, en muchos casos, los microondas pueden preservar mejor los nutrientes debido a los tiempos de cocción más cortos y a la reducción de la exposición al calor.

Otra de las preocupaciones más comunes es que los microondas pueden generar sustancias tóxicas o cancerígenas en los alimentos calentados. Sin embargo, los estudios científicos han demostrado que no hay evidencia de ello. La clave aquí está en utilizar recipientes aptos para microondas y evitar el uso de envases de plástico que no están preparados, ya que estos son los que pueden liberar sustancias químicas cuando se calientan.

A su vez, los propios dispositivos están equipados con medidas de seguridad, como por ejemplo, que están diseñados con varias capas de protección para evitar fugas de radiación gracias a una caja de metal que impide que puedan escapar fácilmente. Además, la puerta del horno de microondas está equipada con un sello hermético y una malla metálica que bloquea las microondas, asegurando que no haya riesgo para la salud humana durante el uso normal.

Dicho esto, y a pesar de todas las medidas de seguridad que tienen estos aparatos, el uso inapropiado o dañado de estos electrodomésticos tiene riesgos potenciales. Por ejemplo, la presencia de grietas en la puerta o el sellado defectuoso puede permitir la fuga de las microondas que mencionábamos antes.

Por lo que si nuestro microondas tiene fallos de fábrica o esta viejo, lo más recomendable es cambiarlo por uno nuevo.