Alicia Asín (CEO de Libelium): "Toda aquella innovación tecnológica que no sirva para hacer más sostenibles nuestra sociedad y economía nacerá obsoleta"
- Sólo 14 de los 151 municipios obligados a tener diseñadas sus Zonas de Bajas Emisiones han hecho los deberes
- Hemos creado una solución que integra la Inteligencia Artificial para el análisis de los datos de calidad del aire
Eva Sereno
Zaragoza,
Libelium, especializada en IoT, estará en el Smart City Expo World Congress, que se celebrará la próxima semana del 7 al 9 de noviembre en Barcelona, evento en el que la compañía aragonesa será coexpositor en el stand de Fiware, para dar a conocer sus diferentes soluciones tecnológicas. Sobre ellas, el papel de la IoT, la irrupción de la inteligencia artificial y su posible impacto en el sector, y la importancia de ciudades inteligentes, pero sin olvidar a las personas, habla Alicia Asín, cofundadora y CEO de Libelium, a elEconomista
¿Qué papel va a tener Libelium en la Smart City Expo World Congress?
Libelium expondrá en tres lugares diferentes en la próxima edición del Smart City Expo World Congress. Es el principal punto de encuentro de satakeholders del ecosistema de las ciudades inteligentes y hemos reforzado nuestra presencia. En el stand colectivo de Fiware, estaremos en un espacio compartido con Atos, líder internacional en transformación digital, y Red-Hat, la multinacional estadounidense de software que proporciona software de código abierto.
¿Se están estableciendo sinergias con estas compañías?
Libelium trabaja con estas empresas para aportar soluciones completas a las administraciones públicas y queremos darlas a conocer para que más ciudades usen la tecnología para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
También mostrarán distintas soluciones
Estaremos presentes un año más en el Pabellón de España, organizado por ICEX. Aquí mostraremos nuestras soluciones de monitorización y análisis de la calidad del aire en ciudades y haremos un adelanto de las novedades de nuestra plataforma para la monitorización, sostenibilidad y cumplimiento. Finalmente, y de la mano de EIT Urban Mobility, el equipo de I+D+i presentará en el espacio expositivo Tomorrow Mobility la solución Libelium para el diseño y gestión de Zonas de Bajas Emisiones con Inteligencia Artificial. La necesidad de tres stands distintos es un testimonio de la amplitud y profundidad de las soluciones que ofrecemos.
No se trata de fiscalizar a los políticos, sino de ser capaces entre todos de alinearnos en un discurso común para ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades
¿Cómo está contribuyendo la IoT a tener unas ciudades más inteligentes?
Las soluciones inteligentes permiten a la administración pública tener un conocimiento más profundo de lo que ocurre en su ciudad para encontrar datos de valor que mejoren la calidad de vida de sus ciudadanos. Creemos que lo más urgente ahora es ayudar a las ciudades a mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de CO2. Actualmente, sólo 14 de los 151 municipios obligados a tener diseñadas sus Zonas de Bajas Emisiones han hecho los deberes. Es una tarea complicada para las administraciones y por eso Libelium quiere estar ahí para aportar su experiencia y tecnología.
¿Qué retos tiene la IoT? ¿Por dónde pasa el futuro?
Uno de los principales obstáculos para la adopción de soluciones IoT es la falta de estándares. Los dispositivos tienen que aprender a entenderse entre sí para poder tener ciudades y empresas totalmente inteligentes. Es por eso que estamos entrando en la era de la estandarización. Hemos evolucionado nuestro catálogo hacia soluciones FIWARE-Ready para hacer este diálogo más sencillo y poder avanzar más rápido hacia entornos más eficientes, interconectados y sostenibles.
Con la mayor irrupción de la IA, ¿cómo está cambiando el panorama? ¿Se abren nuevas posibilidades?
La Inteligencia Artificial nos permite entrar en un círculo virtuoso en términos de eficiencia y competitividad empresarial y sostenibilidad ambiental. La medición eficiente de datos precisos alimenta los algoritmos que aprenden y ofrecen mejores sugerencias para, por ejemplo, el seguimiento de estrategias ESG en empresas o, como he comentado antes, el diseño y gestión de Zonas de Bajas Emisiones. En Libelium hemos creado una solución que integra la Inteligencia Artificial para el análisis de los datos de calidad del aire. Nuestros dispositivos capturan los datos de contaminación atmosférica más relevantes, incluidos el polvo y la materia particulada. Esto datos se suman a otros datos de las plataformas de las propias ciudades y otras fuentes de datos (meteorología, tráfico...) para aplicarles diferentes modelos algorítmicos que ofrezcan a los administradores las mejores soluciones para reducir las emisiones de CO2 en sus ciudades y gestionar eficazmente las Zonas de Bajas Emisiones.
En más de una ocasión, ha hablado de datocracia. ¿En qué consiste?
Se dice que el dato es el nuevo petróleo porque estamos en esta nueva cultura de recopilar y utilizar datos. Sin embargo, en Libelium nos gusta decir que es un nuevo idioma para entendernos entre todos: ciudades, ciudadanos y empresas. Existen decisiones que tienen un impacto significativo en nuestras vidas como ciudadanos y consumidores, y es importante que no estén influenciadas por la ideología política, sino que se basen en criterios puramente técnicos. A esta aproximación en la toma de decisiones, que combina el uso de información con inteligencia, el cumplimiento de regulaciones y la responsabilidad, se le denomina datocracia. Las empresas como Libelium tenemos la responsabilidad de asegurar la calidad de esos datos, su fiabilidad; y las administraciones públicas, de comunicarlos con la mayor transparencia posible para que los ciudadanos sean partícipes de los éxitos o fracasos de las medidas que adoptan. No se trata de fiscalizar a los políticos, sino de ser capaces entre todos de alinearnos en un discurso común para ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades. La cultura de la 'datocracia' nos puede llevar a una democracia de mayor calidad.
Existen decisiones que tienen un impacto significativo en nuestras vidas como ciudadanos y consumidores, y es importante que no estén influenciadas por la ideología política, sino que se basen en criterios puramente técnicos
¿Es posible garantizar la privacidad de los datos en un mundo interconectado? ¿Es la IA una mayor amenaza para conseguir la privacidad?
La inteligencia artificial puede desbloquear el valor incalculable de los datos, pero es importante recordar que el respeto por la privacidad es fundamental para garantizar que los beneficios de la IA no vayan en detrimento de nuestra privacidad. Estamos en el momento de la historia en el que más tecnología se consume, pero sin embargo la persona media tiene un enorme desconocimiento sobre los riesgos que esto supone para su privacidad. La privacidad es un asunto que desde mi punto de vista debe ser abordado a través de la corresponsabilidad. Por un lado, las empresas deben ser lo suficientemente transparentes para que sus usuarios entiendan perfectamente qué datos van a recopilar, con qué finalidades, durante cuánto tiempo van a almacenarlos y con quién van a compartirlos. Hay mucho margen de mejora en las políticas de privacidad actuales que tienen una longitud absolutamente disuasoria, además de un lenguaje difícil de entender. Como sociedad debemos tener ciudadanos alfabetizados digitalmente. Los usuarios debemos ser cada vez más críticos con el uso de sus datos y dejar de usar aquellas aplicaciones que hacen una recopilación masiva de nuestra información personal por mucho que sus servicios sean gratuitos.
La datocracia es un nuevo idioma para entendernos entre todos: ciudades, ciudadanos y empresas
¿Cómo ve el futuro de la tecnología?
El futuro de la tecnología va a estar ligado a su capacidad para ayudar a ciudadanos y administración a revertir el cambio climático y sus efectos. Toda aquella innovación tecnológica que no sirva para hacer más sostenibles nuestra sociedad y economía será superflua y, por lo tanto, nacerá obsoleta