España se choca con Lituania y Letonia en su segundo intento por la oficialidad del catalán en la UE
- Se posterga una de las medidas pactadas con Carles Puigdemont para la investidura
- España ha pedido a la Comisión Europea un estudio sobre el coste de implementar las tres lenguas cooficiales en la UE
Lidia Montes
Bruselas,
La oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE ha vuelto este martes a la mesa de debate de los Veintisiete, aunque la propuesta española sigue sin convencer a todos los países. El que es el segundo intento después de que el pasado septiembre, el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, abriera la puerta a una implementación progresiva de las tres lenguas cooficiales, comenzando por el catalán, se ha topado con el rechazo de Lituania y Letonia.
La que se articula como una de las medidas pactadas con el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont para respaldar la investidura del líder socialista, Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno, se ha zanjado sin conclusión concreta. "Quiero que esta reforma entre en vigor para los tres idiomas lo antes posible", ha aseverado Albares en rueda de prensa, sobre unas conversaciones que continuarán ahora a nivel técnico.
Ya a su entrada al Consejo de Asuntos Generales que tiene lugar en Luxemburgo, el ministro de Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins, se mostró tajante al descartar que se fuera a aumentar el número de lenguas que se utilizan en la UE y poniendo el foco en otros problemas geoestratégicos que actualmente son más importantes para el bloque.
La cuestión suscita sensibilidades en los dos países bálticos precisamente por la elevada presencia de hablantes rusos en su territorio. Es así que la inclusión del catalán, gallego y euskera podría levantar asperezas de puertas para adentro. Una coyuntura ante la que Albares ha defendido que la propuesta "se circunscribe únicamente al caso de España, dado que cumple unos requisitos únicos en la Unión. Por lo tanto, otras lenguas no podrán ampararse en esta reforma si el Estado miembro no lo desea".
El ministro de Exteriores en funciones ha reiterado que será España quien corra con los gastos financieros de la implementación de tal medida. Pero antes ha solicitado a la Comisión Europea una evaluación al respecto. "Los informes de impacto material y presupuestario los ha solicitado la presidenta del Consejo de la UE y tan pronto los órganos de la Comisión evalúen ese informe formalizaremos lo que España ha indicado de asumir su financiación".
En un paso más, el titular de Exteriores ha matizado que España cuenta dos décadas de acuerdos administrativos, financiados por el Ejecutivo español, en casi todas las instituciones europeas para estos tres idiomas y "nunca se ha planteado ninguna dificultad o problema en su financiación. Aunque "solo la Comisión puede establecer el coste exacto", ha explicado Albares.
Pese a la falta de resultados concretos, Albares ha tildado de "positivo" diálogo mantenido con los Veintisiete este martes. "Varios países han manifestado explícitamente apoyos a nuestro planteamiento", ha asegurado.
No ha entrado en detalles sobre las posturas lituana y letona pero sí ha querido matizar que la reforma indicará que se produce solo para España dado el status que consta en el ordenamiento constitucional para estas tres lenguas cooficiales y por utilizarse ya en el parlamento español.
Además, Albares ha insistido en que catalán, euskera y gallego cumplen condiciones que solo cumplen las lenguas oficiales en la Unión Europea, como que España ha depositado "copias certificadas de los tratados del Consejo de la UE en esas lenguas", o que el número de hablantes es amplio: "en catalán son más de 10 millones, más que muchos idiomas que hoy son oficiales en la UE", ha insistido.
Así, ha indicado el ministro de Exteriores en funciones, "se circulará esta propuesta adaptada por las vías habituales. Se trata de consagrar la especificad de España por la serie de condicionantes que reúnen el catalán, euskera y gallego y que las convierten en un caso único en la UE".