Qué son las bombas de fósforo blanco, la sustancia química prohibida
- Ucrania acusó el año pasado a Rusia de haberlas usado contra sus ciudadanos
- En la Convención de Armas Químicas de 1997 se consideró ilegal su uso hacia civiles
elEconomista.es
Con el inicio del conflicto desencadenado por el ataque del grupo Hamás contra Israel, vuelven a estar en el punto de mira algunas armas que puedan usarse contra estos territorios de Oriente Próximo. Se estará muy atento a las bombas de fósforo blanco. Rusia fue acusada de utilizarlas contra Ucrania, algo que alertó a la comunidad internacional, ya que se trataba de un arma química ilegal para atacar civiles, según de acordó en la Convención de Armas Químicas de 1997, ratificada por 193 naciones. Está permitida para formar una cortina de humo banco y ocultar las tropas, pero nunca contra las personas al producir profundas quemaduras.
Mientras que el fósforo blanco es usado para la elaboración de industria química para hacer productos de limpieza y pesticidas. Pero también se usa para laborar armas. Estas bombas son artefactos explosivos hechos a partir de una aleación de tungsteno, pequeñas partículas de níquel y cobalto. Cuando estallan, estas partículas se desintegran en un polvo que actúa como metralla. Las bombas de fósforo tienen una sustancia química tóxica que se enciende al exponerse al oxígeno atmosférico a temperaturas que estén por encima de los 30ºC y hasta que esté contacto con el oxígeno, seguirán ardiendo.
Qué lesiones puede provocar las bombas de fósforo blanco en las personas
La reacción química provoca un intenso calor de 815ºC, creando luz y un humo espeso. Por lo que es usado para crear cortinas de humo y tapar los movimientos de las tropas, hasta ahí es legal utilizarlas. El problema es que ha sido usado por algunos ejércitos para atacar a las personas para poder matarlas con otras armas.
Su ataque genera lesiones graves como quemaduras químicas e incluso dañando huesos, la médula ósea o tejidos que puede provocar una muerte lenta. Otro problema es que, si los fragmentos del fósforo blanco siguen en el cuerpo, pueden reavivarse al estar expuestos al oxígeno. Y si entra en la sangre, cabe la posibilidad de que los órganos fallen.
Estas bombas de fósforo blanco se han usado en varias guerras, como la de Vietnam, Corea, Vietnam, Gaza, Chechenia o Libia. Su desarrollo comenzó en la I Guerra Mundial, se usó militarmente en la II Guerra Mundial a través de granadas, proyectiles o bombas.