Actualidad

La "herencia" económica de Óscar Puente obliga al PP a aplazar las rebajas fiscales en Valladolid

  • Su sucesor en la Alcaldía pone en marcha una plan de choque ante una previsión de déficit de 37 millones de euros
  • El Interventor propone incrementar los ingresos no financieros o/y reducir gastos corrientes
  • El exalcalde presumía en junio en su despedida de dejar un "panorama de solvencia económica envidiable"
Óscar Puente en el Congreso durante el Debate de Investidura de Feijóo

Rafael Daniel
Valladolid,

El socialista Óscar Puente, convertido en el látigo de Alberto Núñez Feijóo en el Debate de Investidura, deja una delicada situación económica en el Ayuntamiento de Valladolid tras su paso como alcalde, lo que ha obligado a su sucesor, el popular Jesús Julio Carnero, a establecer un plan de choque y a aplazar sus promesas electorales de rebajas fiscales.

El nuevo alcalde de la capital del Pisuerga va a tener que hacer encaje de bolillos para sanear las cuentas municipales heredades de quien Pedro Sánchez ha convertido en uno de sus principales arietes contra Alberto Núñez Feijoó.

A principios del mes de julio, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se vio obligado a solicitar al interventor un informe para conocer el estado financiero real después de que la Airef pusiese en cuestión la "sostenibilidad" de las cuentas municipales. Unas semanas antes, en el traspaso de poderes a su sucesor, Óscar Puente no tuvo empacho en calificar de "envidiable" el «panorama de solvencia económica» que dejaba tras las elecciones del 28-M en las que perdió el bastón municipal que había llevado en las dos legislaturas anteriores.

El informe del interventor recoge el diagnostico de la AIREF que señalaba que en 2022 el Ayuntamiento de Valladolid «incumplió el principio de estabilidad y la regla de gasto», estando por encima de la media del grupo de grandes corporaciones locales. Alertaba por tanto del «riesgo de sostenibilidad".

Una situación que se vio agravada en 2023 en el que los «gastos corrientes de los entes dependientes y del Ayuntamiento continúan incrementándose por encima de todos los índices, y las causas de este crecimiento por lo general no son imputables a la crisis», explicaba el concejal de Hacienda, Personal y Modernización Administrativa, Francisco Blanco. La previsión era que el año se cerrase con un deficit de 37,5 millones de euros.

"Mala gestión"

Como «ejemplo flagrante de mala gestión» se encuentra la firma del contrato de la gala de los Premios Goya para que se celebrara en Valladolid en febrero de 2024, por parte del anterior equipo de Gobierno, puesto que no contaba con la financiación presupuestaria correspondiente, y sí con una cláusula de penalización por importe del canon si no se cumplían las condiciones firmadas entre el gobierno municipal anterior con la Academia del Cine.

Ahora, el Ayuntamiento, «el Área de Hacienda ha tenido que tramitar los correspondientes expedientes de modificación presupuestaria, ya que el contrato con la Academia del Cine se firmó sin el soporte de financiación necesaria y con esa cláusula, que comprometía al Ayuntamiento de Valladolid a indemnizar con casi 3 millones de euros a la Academia en caso de incumplimiento de la gala».

Entre otras circunstancias económicas heredadas que afectan al cumplimiento de objetivos a corto plazo del nuevo equipo de Gobierno, el concejal ha señalado que a 31 de mayo aún quedaban pendientes de pago 10,3 millones de euros correspondientes a la adquisición de autobuses para transporte colectivo urbano, por falta de liquidez de AUVASA. Además, el actual equipo de Gobierno de PP y Vox va a tener que hacer frente a los sobrecostes derivados de la ejecución de los nuevos ascensores de Parquesol de la ladera este y norte procedentes de la liquidación y revisión de precios que se cifran en 1,6 millones de euros.

A esta situación, se añade que el Órgano de Tutela Financiera ha denegado parcialmente una autorización de operación de préstamo de 35 millones de euros, operación iniciada y presupuestada por el anterior equipo de Gobierno, comprometiendo «gravemente» la financiación de las inversiones en este año 2023.

Según el Interventor, la proyección de déficit del Ayuntamiento para el ejercicio 2023 es de 37,3 millones de euros. Las previsiones presupuestarias para hacer frente a los intereses de todos los préstamos que tiene el Ayuntamiento eran «manifiestamente insuficientes, por el incremento de los tipos de interés».

De hecho se ha tenido que «suplementar con 2,2 millones de euros la partida correspondiente para atender el pago de los intereses de la deuda, el pago de intereses por la deuda municipal en 2023 es de casi 5,7 millones de euros».

Por último, el informe señalaba que la Cuenta General del ejercicio 2022 ha presentado un desahorro total neto de -20,7 millones de euros, que se une a los resultados negativos de desahorro de las cuentas generales de los ejercicios 2020 y 2021.

El informe del interventor es tajante: "A la vista de las previsiones de cierre de 2023, el Ayuntamiento de Valladolid si quiere cumplir con las reglas fiscales, está obligado incrementar los ingresos no financieros o/y reducir los gastos corrientes para evitar que en el próximo ejercicio se cierre con necesidad de financiación y evitar así tener que adoptar medidas correctivas (Plan Económico Financiero) o coercitivas".

La herencia de Puente obligará al Ayuntamiento a establecer un plan de Choque para recuperar el equilibrio financiero. La primera consecuencia será el aplazamiento de las rebajas fiscales prometidas por Jesús Julio Carnero en la campaña electoral, reducción del Impuesto de Bienes Inmuebles y de Vehículos de Transmisión Mecánica en un 10 por ciento.