La Feria Internacional Ganadera de Zafra (Badajoz), el lugar donde comprar y vender de todo

Zafra (Badajoz) se convierte del 28 de septiembre al 3 de octubre en el epicentro del sector agroindustrial, la Feria Internacional Ganadera (FIG) y 570 Tradicional de San Miguel congrega cada año a más de un millón de personas que acuden a esta ciudad comercial por excelencia a conocer las principales novedades del sector agrícola y ganadero, pero también para disfrutar de una feria multisectorial como pocas en España.

Los hoteles de Zafra llevan meses al completo, la ciudad tiene una capacidad hotelera de 800 plazas, en las que estos días se quedan insuficientes, por lo que el alquiler de pisos durante este mes es otra opción sobre todo para las personas que vienen a trabajar en la feria.

Zafra es una localidad situada al sur de la provincia de Badajoz, en la actualidad tiene más de 17.000 habitantes y está acostumbrada a recibir diariamente a una población flotante de unas 40.000 personas que diariamente acuden a la ciudad a trabajar, pero su capacidad se ve desbordada en esta semana donde llegan visitantes de todos los lugares de España y Portugal.

La FIG la forman tres ferias: la ganadera, la multisectorial y la lúdica. Tres "patas" que conviven simultáneamente y que hacen de la Feria de Zafra un encuentro único, su recinto ferial casi está abierto las 24 horas, durante la madrugada los noctámbulos casi coinciden con los más madrugadores y con aquellos que desde bien temprano están cuidando al ganado que allí se expone. El cerdo ibérico, las ovejas merinas y precoces, los vacunos retintos, berrendos, charoleses, limusines y el caballo de pura raza española son los más tradicionales del certamen, este año hay más de 2.200 cabezas ganaderas.

Cada año, este certamen genera transacciones económicas por valor superior a los 200 millones de euros, una cifra que ha ido en aumento en los últimos años.

En Zafra se realizan subastas ganaderas y puedes comprar estas cabezas de ganado selecto y autóctono,  también la maquinaria agrícola, pero además puedes comprar coches, motos, abrigos de piel, un simple costurero, cinturones de piel, zapatería, utensilios para la cocina, vajillas, muebles colchones, sillones, productos textiles de hogar, de moda, alimentación y el tradicional "rastro", donde se dan cita las principales guarnicionerías del país que llegan hasta Zafra para surtir a los agricultores y ganaderos de todos sus "aperos", en total más de 500 expositores han llegado a la ciudad desde diversos sitios de España y Portugal. 

Así que si por algo es conocida la Feria de Zafra es por la oportunidad de comprar y vender cualquier artículo en sus más de 25 hectáreas de Recinto Ferial. Una feria que comenzó siendo ganadera y ha terminado convirtiéndose en un punto importante agroganadero, industrial y comercial.

La historia de Zafra va unida desde sus inicios a la historia de sus ferias, La Feria de San Miguel vino a unirse a una anterior que la ciudad celebraba por San Juan, fruto de la cual se conserva el actual rodeo que ostenta el mismo nombre donde se compran y venden ganado caballar, asnal y mular. La ciudad en recuerdo de esta feria acoge en la actualidad la festividad ambientada en el Siglo de Oro "De la Luna al Fuego". Durante una semana, Zafra se convierte en una villa esplendorosa del Siglo Dorado para esta urbe ducal. Estas ferias han ampliado el intercambio y el comercio entre sus gentes, una característica que significa y define el carácter de esta ciudad.

La feria de San Miguel no sólo completaba a ferias existentes, sino que vino a realzar al ganado autóctono, el porcino ibérico. Fue precisamente en 1.453 y por orden real de Juan II que se instauró a finales de Septiembre y principios de octubre, fecha próxima al inicio de montanera y el mejor momento para comprar y vender el porcino ibérico que siempre fue el estandarte de la Feria de San Miguel de Zafra.

Los comerciantes de la época vieron en esta feria una oportunidad única para traer hasta Zafra los productos más exquisitos de la época. A Zafra acudían mercaderes con telas o especias exóticas llegadas de todas partes del mundo que buscaban un público y una clientela a la que satisfacer sus deseos. Este interés por estar presente en la Feria de Zafra ha perdurado hasta nuestros días, donde llegan vendedores de distintos puntos del país. Ganaderos que llegan hasta el Recinto Ferial para traer su mejor ganado; comerciantes agroganaderos que traen su mejor maquinaría agrícola; productores de la piel y del textil; y distribuidores de todo tipo que ven en Zafra su mejor escaparate.

El comercio ha traído a la ciudad riquezas y costumbres ajenas en la comarca, el patrimonio histórico y cultural de Zafra sólo es semejante a otras ciudades españolas. El esplendor de esta villa surgió ligado al Ducado de Feria, Gomes Suárez de Figueroa, y sobre todo su hijo, Lorenzo Suárez de Figueroa. Ellos dotaron a Zafra de edificios e infraestructuras que aún hoy se mantienen a lo largo del tiempo; el alcázar ducal, convertido hoy en Parador Nacional de Turismo Duques de Feria; el Convento de Santa Clara y su actual museo, creado como Panteón Familiar; Hospitales y Murallas; que alzaron a la capital del ducado de Feria como emblema ducal. Ser capital del Ducado de Feria permitió a sus habitantes adaptar costumbres y rutinas urbanas, de ahí que el comercio y las transacciones hayan estado siempre presentes en Zafra.

Sus 570 Ferias Tradicionales de San Miguel celebradas han marcado una gran historia, muchos avatares, altibajos que han venido a consolidar este evento internacional. Pero en toda su historia, dos años han sido claves; en 1966 se clasificó la Feria de San Miguel como Feria del Campo Extremeño, y1.992 cuando re cibió la distinción de Feria Internacional Ganadera con la Visita de sus Majestades los Reyes de España: Don Juan Carlos I y Doña Sofía y que supuso un espaldarazo en un año donde conmemoraba el V Centenario del descubrimiento de América. Barcelona celebró los Juegos Olímpicos, Sevilla la Expo, y Zafra consolidó su certamen como Feria Internacional Ganadera. Y en el año 2000 recibió la Medalla de Extremadura que cada año otorga el gobierno regional con motivo de cada 8 de septiembre.