Detectan a la invasora hormiga roja de fuego en Europa: estos son los estragos que podría causar su entrada en España
- Científicos de centros españoles han constatado la presencia de 88 nidos en Italia
- La especie podría propagarse con facilidad en el 7 % del continente
- Las especies invasoras cuestan a Europa 12.500 millones al año
Sergio Guinaldo
El pasado 30 de marzo de 2023 se modificó por tercera vez desde su creación (2013) el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, un documento en el que se incluyen "todas aquellas especies y subespecies exóticas invasoras que constituyan, de hecho, o puedan llegar a constituir una amenaza grave para las especies autóctonas, los hábitats o los ecosistemas, la agronomía, o para los recursos económicos asociados al uso del patrimonio natural". En dicha modificación, se incorporaron al catálogo una especie de flora, otra de pez continental, la familia de mangostas y cuatro especies de insectos, entre las que figura la hormiga roja de fuego.
Al consultar en el catálogo la ficha correspondiente a la hormiga roja de fuego (Solenopsis invicta), se puede comprobar cómo no existen registros de la especie en nuestro país hasta el momento. Sin embargo, se decidió su inclusión en el catálogo como potencial invasora por un principioo de precaución, ya que su presencia podría suponer un alto riesgo sobre el hábitat, sobre las especies autóctonas, sobre los recursos económicos y sobre la salud humana. "Una vez que S. invicta se establece en un área, resulta prácticamente imposible erradicarla, al tratarse de hormigas de muy pequeño tamaño cuya detección suele corresponder con una alta tasa de expansión", advierte el catálogo.
Hasta el momento, su presencia en nuestro territorio sigue sigue sin constatarse. Sin embargo, su amenaza es más fuerte que nunca. Un estudio internacional publicado en la revista Current Biology y liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE), un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), ha identificado 88 nidos de la hormiga roja de fuego repartidos en unas 5 hectáreas cerca de la ciudad de Siracusa, en Sicilia, Italia. Hasta la fecha, se habían interceptado ocasionalmente ejemplares de S. invicta en productos de importación en España, Finlandia y Holanda, pero nunca se había confirmado su establecimiento en el continente.
Aunque su procedencia no está clara, se cree gracias al análisis genético que las colonias podrían proceder de China o Estados Unidos, donde la hormiga también es una especie invasora. Según se explica en el catálogo, este insecto se suele introducir mediante el mediante el transporte de mercancía en materiales como plantas, sustrato para macetas, fardos de heno, etc. Además, tanto en España como en otros lugares, la hormiga roja se ha comercializado por internet, con el consiguiente riesgo que conlleva dicha práctica.
Riesgo para España (y otros países)
"S. invicta es una de las peores especies invasoras. Puede propagarse con una rapidez alarmante", indica Mattia Menchetti, primer autor del estudio e investigador del Instituto de Biología Evolutiva (IBE). "Encontrar esta especie en Italia fue una gran sorpresa, pero sabíamos que este día llegaría".
La presencia de la hormiga de fuego en Italia no solo pone en alerta a nuestros vecinos, sino que enciende las alarmas en todo el continente. Según el modelo de distribución desarrollado en el estudio, esta especie invasora podría establecerse en el 7 % del continente, aproximadamente. La mitad de las áreas urbanas en Europa serían aptas para su establecimiento. así, grandes ciudades como Barcelona, Roma, Londres o París podrían ver su actividad alterada por esta especie invasora, que puede afectar al estilo de vida de las personas por su abundancia y agresividad.
"Esto es especialmente preocupante porque muchas grandes ciudades, como Londres, Ámsterdam o Roma, tienen grandes puertos marítimos, lo que podría permitir que las hormigas se propaguen rápidamente a más países y continentes", indica Roger Vila, también investigador del IBE y quien ha liderado el estudio.
Por qué es tan peligrosa
La hormiga roja de fuego, Solenopsis invicta, es una especie invasora procedente de Sudamérica que provoca un gran impacto en los ecosistemas, en la actividad agrícola y en la salud humana. Según se explica en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, posee un aguijón con el que puede proporcionar potentes picaduras. Sobre humanos, esta picadura resulta dolorosa e irritante, similar al de una quemadura. Puede generar pústulas y reacciones alérgicas, e incluso puede llegar a producir un choque anafiláctico.
Puede infestar equipamientos eléctricos, pudiendo generar fallos mecánicos o electrónicos. También puede afectar al ganado, ya que se mueven a zonas húmedas como los ojos. "Cuando son molestadas causan picaduras que pueden resultar en hinchazón, ceguera e incluso la muerte", detalla el catálogo. En el ámbito agrícola, su presencia conlleva daños directos e indirectos, como el consumo de los cultivos o la proliferación de plagas.
Dada su agresividad, ha conseguido desplazar tanto a otras especies de hormigas como a algunos vertebrados. Esto, a su vez, ha provocado la disminución de la biodiversiad. Por exponer un ejemplo, en Estados Unidos se han constatado impactos negativos sobre al menos 14 especies de aves, 13 especie de reptiles, dos especies de pequeños mamíferos y un pez. Del mismo modo, la irrupción de esta especie provoca una reducción en la dispersión de semillas. Allí donde se establece, la hormiga de fuego remueve grandes cantidades de suelo, pudiendo generar efectos a nivel ecosistémico, como cambios en la materia orgánica, alteraciones en la textura del suelo o una mayor abundancia de hongos.
Su presencia en Estados Unidos provoca una pérdida anual estimada que oscila entre el medio billón hasta varios billornes de dólares. Las pérdidas causadas en agricultura son de unos 90 millones al año, y en el año 2000 se destinaron (sin éxito) al menos 580 millones para controlar la plaga.
Cómo frenar su expansión
En menos de un siglo, esta hormiga se ha establecido en gran parte de Estados Unidos, México, el Caribe, China, Taiwán y Australia, y solo ha podido ser erradicada en Nueva Zelanda.
Dado que este ha sido el único lugar que ha erradicado con éxito a los invasores, los investigadores planean basar sus intervenciones en lo que funcionó allí y en los esfuerzos que se están llevando a cabo actualmente en China. Para empezar, inspeccionarán sistemáticamente las zonas locales para ver si la especie ya ha llegado hasta ellas. Luego, comenzarán un plan de tratamiento de varios años para erradicar los nidos y monitorearán cuidadosamente los sitios invadidos para asegurarse de que no haya resurgimientos. Aunque para controlar la propagación es fundamental involucrar al público, al igual que ya sucede con la invasión de mosquitos.
El equipo espera organizar programas de ciencia ciudadana en los que la gente busque S. Invicta y tome fotografías si creen que han encontrado las hormigas. Luego, los especialistas volverían a verificar para confirmar que se trata de la especie de hormiga correcta, un paso importante porque muchas hormigas europeas hacen nidos de apariencia similar. "Los ciudadanos pueden desempeñar un papel muy importante en esto", afirma Menchetti. "Esperamos que, con su ayuda, podamos cubrir un área más amplia. Esto nos ayudará a rastrear y detectar todas las posibles áreas invadidas en la región". "Es necesario que haya más conciencia sobre este problema porque ya está en Europa", afirma Menchetti.