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¿Eres adicto al teléfono móvil? Estas señales te ayudarán a conocer la respuesta

  • Un 6,24% de españoles se declaraba adicto en el año 2020
  • Varios estudios muestran que los adolescentes sufren el mayor riesgo
  • Este problema comparte elementos con el juego compulsivo
Adicción al teléfono móvil (Dreamstime).

elEconomista.es
Madrid,

Los teléfonos móviles pueden presumir actualmente de una gran versatilidad. Parte de su atractivo redunda en las amplias posibilidades para el trabajo, el ocio, la vida social o la información diaria. Y es que dichas funcionalidades los han convertido en herramientas que para mucha gente son indispensables en el día a día.

Pero algunas personas deberán cambiar su relación con su teléfono, pues en muchos casos no mantienen hábitos saludables con respecto a este.

Cómo reconocer la adicción

De acuerdo con un artículo del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, este problema se puede identificar mediante el cumplimiento de una serie de hábitos o actuaciones significativas. Entre estas destacan:

1. Utilizarlo siempre como remedio al aburrimiento o a la soledad.

2. Despertarse por la noche para revisar el dispositivo.

3. Sentir molestias, irritación o ansiedad cuando no se puede utilizar.

4. Haber sufrido una lesión o accidente por la distracción que este causa.

5. Un uso diario del móvil en aumento.

6. Un empeoramiento en el desempeño escolar, laboral o social.

7. Una concepción desde el círculo de la persona de que esta hace un uso excesivo.

8. Recaídas rápidas y constantes al intentar utilizarlo menos.

¿Qué consecuencias tiene ser adicto?

El Informe Mobile en España y en el Mundo 2020 indicaba que 7,6 millones de españoles dicen ser "adictos a su dispositivo móvil". Se trataba del 6,24% de la población total en el país. Y el hecho de que no toda la población española cuenta con un teléfono propio da mayor importancia a ese porcentaje. Un 61% de los encuestados por ditrendia asegura que "mirar el teléfono es lo primero y lo último" que hace a diario. Además, más de 3,7 millones de españoles afirman que no son capaces de estar más de una hora sin consultarlo. 

Desde Google Trends también se indicaba que durante los últimos 5 años han crecido las búsquedas sobre "adicción al teléfono móvil", mostrando un aumento de la preocupación en general por este problema. Han aparecido conceptos para intentar medir el alcance y el impacto de estas adicciones: nomofobia (miedo a quedarse sin teléfono), textaphrenia (figuración de que ha llegado un mensaje, sin ser el caso) o las 'vibraciones fantasma' (las sensaciones falsas de haber notado que el teléfono ha emitido una alerta).

Siguiendo con el Instituto Europeo, existe actualmente un debate entre expertos médicos y en salud mental. Este gira en torno a si el uso excesivo del móvil se debe realmente a una adicción, o si por el contrario implica falta de control sobre los impulsos.

Similitudes con el juego compulsivo

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales explica una adicción se basa en un comportamiento. Por ejemplo, en el caso de la adicción al juego y las apuestas, dicho problema no involucra el uso de drogas en el organismo. Así, el uso excesivo del dispositivo móvil y el juego compulsivo incluyen varias similitudes:

-Pérdida de control sobre el comportamiento.

-Necesidad de aumentar la frecuencia del comportamiento para mantener el mismo sentimiento con respecto a este.

-Dificultad para limitarlo, por su extrema persistencia.

-Consecuencias negativas que se derivan del abuso de dicho comportamiento: pérdida de productividad, de dinero...

-Ansiedad o irritabilidad cuando no se realice el hábito.

-Recaída tras períodos de evitación.

Otro parecido con las adicciones conductuales es la activación de la dopamina, sustancia química que actúa en el cerebro y que impulsa la conducta compulsiva. El órgano puede liberarla en el cuerpo a través de varias vías, causando situaciones gratificantes.

El contacto social, por ejemplo, implica para muchos la gratificación con la que obsequia la dopamina, y el teléfono móvil ofrece esas interacciones tan buscadas por muchos. Cuando las aplicaciones, diseñadas para influir en esta sustancia química, ofrecen un patrón de recompensa basado en interacciones del contenido, entonces se puede alcanzar el punto de inflexión. El dispositivo pasa de ser un disfrute a una necesidad, ya que el usuario pasa a depender de ese patrón.

¿Quiénes son los más vulnerables?

El Instituto Europeo habla de una concordancia generalizada sobre que los adolescentes son el grupo de edad más susceptible a desarrollar este comportamiento. Por su parte, un estudio elaborado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el uso del 'smartphone' alcanza su punto álgido durante la adolescencia, y progresivamente disminuye tras superar esta etapa.

Siguiendo con este trabajo de investigación, las personas que obtienen su primer dispositivo más jóvenes son aquellas que más probablemente desarrollarán una adicción. Y es que el 33% de los jóvenes de 13 años ha afirmado que nunca apaga su teléfono, sin importar las circunstancias.

La BNM indica en otra pesquisa que varios rasgos concretos de personalidad son también asociables al uso abusivo del 'smartphone'. Pero los expertos comentan que no es del todo seguro si esas condiciones les hacen realmente vulnerables, o si por el contrario estos rasgos se desarrollan como consecuencia de la adicción:

-Falta de capacidad para controlar los impulsos.

-Falta de autoestima.

-Ansiedad o depresión.

-Tener un carácter muy extrovertido.