Actualidad
La realidad detrás del meme: Salt Bae acumula demandas de exempleados por un "estilo de dirección agresivo"
- Los trabajadores le acusan de impago, discriminación e infracciones laborales
María Albalat Bello
Nurs-Et fue uno de los primeros restaurantes en experimentar las consecuencias de hacerse viral en redes sociales. Tras la publicación del vídeo en el que aparecía el cocinero y dueño de este establecimiento, Nusret Gökçe -popularmente conocido como Salt Bae- cortando y echando sal a la carne con una postura original, miles de personas empezaron a compartir y repetir el gesto. Desde entonces futbolistas, actores y todo tipo de celebrities han cenado en sus mesas.
El empresario cuenta con 22 locales en todo el mundo y ha querido transformar una simple cena en toda una experiencia de lujo. Pero no es oro todo lo que reluce, así lo han hecho saber algunos de los exempleados de Nuts-Et a Business Insider. De hecho, siete de ellos ya le han demandado por acusaciones de impago, discriminación e infracciones laborales.
En 2021, se presentaron cinco demandas por excamareros, que coincidían en un "estilo de dirección agresivo", que llegaba hasta los insultos. "No estás relajada. Estás preparada para que te despidan", explica una de ellas. Esta misma cuenta a Business Insider que presenció un despido por romper un vaso de agua y otro, porque uno de sus compañeros llevaba una camisa que no agradaba al dueño. La imagen es muy importante para él, por eso, en un turno de comida en el que había pocos comensales ordenó a los trabajadores que salieran a hacer cola.
Los denunciantes han ocupado distintos puestos como camareros, gerentes, barman e incluso, un sumiller jefe. Según cuentan al medio de negocios, trabajar en estos restaurantes supone estar expuesto a ser despedido en cualquier momento, así como un trato desigual entre los miembros de la plantilla. "Tiene complejo de dios", afirman.
En esta línea, un exencargado de uno de los locales relata que al entrar parecía que lo estaban haciendo los Backstreet Boys porque "todos se ponían a gritar". Entre la plantilla hay un camarero cuyo único cometido es seguir a Salt Bae con el cuenco de sal para que haga su 'show'. "Cobra lo mismo que el resto de los encargados, que se matan a trabajar", explica.
Ante estas acusaciones, ha intervenido la abogada de Gökçe, que ha emitido un comunicado, señalando: "Las acusaciones no son más que un refrito de viejas demandas en las que las reclamaciones fueron impugnadas y hace tiempo que se resolvieron". "Los restaurantes de alto nivel y los chefs populares suelen ser blanco de demandas sin fundamento. Nusr-Et no es diferente", añade. Asimismo, lamentaba que esta polémica esté eclipsando el "tremendo esfuerzo" que supone mantener a la plantilla, que cifran en 1.000 empleados en todo el mundo.
Las redes sociales de Gökçe son un reflejo fiel de lo que quiere proyectar en sus restaurantes: lujo y ostentación. Fotos en un jet privado, relojes de gama alta, viajes por todo el mundo y futbolistas, muchos futbolistas de los que le gusta presumir en su perfil de Instagram.
Su carta no está hecha para cualquier bolsillo, ya que una hamburguesa cuesta alrededor de 300 euros y el bistec puede alcanzar los 700 euros. Unas ventas de las que se intenta sacar el mayor provecho, utilizando los materiales más baratos e incluso intentando engañar al cliente, sirviendo productos más baratos de los que ha pedido o reutilizando las copas de vino que los clientes no consumiesen, según cuentan los extrabajadores a Business Insider.
Pese a todas las polémicas, cuando abre un restaurante logra captar la atención del público. Según las palabras del cocinero, tres meses después de haber abierto un local en Londres en 2022 alcanzó siete millones de libras (cerca de ocho millones de euros) en ventas.