La ex vicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili sale de prisión con brazalete electrónico
- La griega continuará bajo arresto domiciliario bajo vigilancia en Bélgica
Lidia Montes
Bruselas,
La ex vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, detenida en la cárcel belga de Haren por su presunta implicación en la trama de sobornos Qatargate, pasará a arresto domiciliario vigilado con pulsera electrónica tras cuatro meses desde su ingreso en prisión preventiva, según ha informado la Fiscalía de Federal belga.
La Justicia belga ha decidido poner en libertad bajo vigilancia con brazalete electrónico a la política griega, que ha sido imputada por la implicación en la trama de sobornos y tráfico de influencias de Qatar y Marruecos sobre la Eurocámara. Una implicación que Kaili continúa negando pese a las acusaciones de interceder, a cambio de dinero, en favor de intereses extranjeros en las decisiones de la institución comunitaria durante años.
Kaili era la única imputada en la trama que permanecía en prisión y será en los próximos días que se pase a régimen de arresto domiciliario. Aunque lo cierto es que ya había solicitado múltiples veces su liberación, hasta la fecha no se le había concedido. Sí pasó a vigilancia con brazalete electrónico, la pasada semana, la pareja de la ex vicepresidenta del Parlamento Europeo, Francesco Georgi.
El también imputado, ex eurodiputado socialista belga, Marc Tarabella salió de prisión preventiva el martes para pasar a arresto domiciliario vigilado por brazalete electrónico. Una medida que la Justicia belga aplicó también, la semana pasada, al ex eurodiputado italiano, Antonio Panzeri, presunto cabecilla de la trama.
Kaili, cesada como vicepresidenta de la Eurocámara, fue detenida el pasado diciembre en el marco de un escándalo de corrupción en el que hay cinco personas imputadas. La Policía belga incautó 1,5 millones de euros en efectivo encontrados en los domicilios de Kaili y del exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri.
Otro de los imputados, el eurodiputado italiano, Andrea Cozzolino, se encuentra bajo arresto domiciliario en Italia desde el pasado febrero, a la espera de la vista ante el Tribunal de Apelación de Nápoles, tras haber impugnado ante la Justicia italiana su entrega ante la Justicia belga.