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Esto aconseja un instructor de ejecutivos para tratar con gente "difícil" en el trabajo

  • Para Lesser, "todos somos complicados en las historias de otros"
  • El instructor ofrece un plan para tratar con ellos y ser sincero
  • Asegura que los problemas laborales nunca se pueden ocultar, pues crecen
Foto: iStock.

Iago Eguileta
Madrid,

El instructor de ejecutivos Marc Lesser, entre cuyos clientes se encuentran Google y Facebook, asegura que en el torno laboral todo el mundo tienen a algunas personas a las que tilda de "complicadas". Pero añade que uno mismo también será el "difícil" en la historia de otro. El experto aconseja dejar de etiquetar a las personas con las que se entra en conflicto, para así buscar otras aproximaciones y encontrar distintas soluciones.

"Una distinción fundamental que se debe hacer es entre 'personas complicadas' y entre comportamientos o acciones que consideramos 'complicados'", comentaba por escrito.

Lesser ofrece la que para él es la mejor manera de tratar y superar las situaciones molestas o incómodas con ciertas personas en el trabajo.

La curiosidad como remedio

"Cuando experimentamos que alguien es 'difícil', existe una tendencia humana poderosa a pensar de forma inmediata que sabemos cuál es la intención de esa persona", comenta el mismo. Para él, lo importante es no culpar al otro por lo que uno está sintiendo, y pide "ser curioso, no furioso".

Así es como desarrollar curiosidad hacia esa persona, de acuerdo con Lesser:

-Hacer introspección y preguntarse por qué se están sintiendo ciertas cosas, como irá o frustración, entre otras.

-Preguntar al otro cuáles son sus intenciones y sus motivaciones.

-En caso de estar cómodo, mostrárselo a los demás para que sean consciente de ello.

Lesser pone como ejemplo el caso en el que se trabaja en la dirección de una empresa, y uno de los empleados directos no responde a tiempo a los correos y llega tarde a las reuniones. Para este caso, ofrece la siguiente aproximación:

1. Declarar la observación: "Me he dado cuenta de que llegas tarde".

2. Describir cómo nos hace sentir eso: "No siento que me estés respetando".

3. Realizar una solicitud: "Valoraría mucho que llegases siempre a tiempo".

El mismo comenta que a través de este esquema se puede obtener la respuesta que se busca del empleado, o incluso saber algo nuevo sobre su situación personal. Puede que tenga problemas que uno no sabía, por ejemplo con la crianza de sus hijos o pasando un mal rato fuera del trabajo.

Ocultar no equivale a solucionar

A pesar del carácter inherentemente incómodo que poseen los conflictos, Lesser advierte de que ignorarlos no es la solución. "No es buena idea dejar que las pequeñas discrepancias crezcan. Una de mis sugerencias es lo que llamo la 'regla de no enconarse' en el trabajo. Cada vez que sientas que la gente no se fija en ti o que no te escucha, no dejes que eso crezca. Debes normalizar tener esas conversaciones complicadas", argumenta el experto.

Tratar los desacuerdos con jefes y con compañeros de trabajo mediante la curiosidad puede crear un ambiente de confianza en el trabajo, y dar la bienvenida a las "disputas saludables".

"Esto no equivale a ser pasivo, pues a veces lo más apropiado es estar en desacuerdo y entrar en disputa, lo que pasa es que quieres ser más atento y considerado con respecto a ello", añade Lesser.