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Estos son los países con más probabilidades de sobrevivir a un apocalipsis nuclear
- El hollín levantado por una guerra atómica impediría el paso de la luz solar
Marta González
La literatura y el cine están plagados de historias ambientadas en un futuro postapocalíptico en el que los pocos seres humanos que siguen vivos luchan por sobrevivir. Existe una amplio abanico de catástrofes que pueden dar lugar a este escenario, entre las que se incluye el invierno nuclear. En este supuesto, la humanidad se enfrenta a un descenso considerable de las temperaturas como consecuencia del lanzamiento de bombas atómicas, las cuales han levantado tal cantidad de hollín que se forma una capa en suspensión que impide que pase la luz del sol. Por el momento, es algo que solo hemos visto en la ficción, pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia lo ha convertido en un peligro muy real. De materializarse, estos serían los países mejor situados para sobrevivir.
En concreto, se trata de Australia, Nueva Zelanda, Islandia, las Islas Salomón y Vanuatu, según un estudio publicado en la revista Risk Analysis. Tras analizar 38 países insulares, los investigadores han llegado a la conclusión de que estos son los que obtienen unos resultados más altos en materia de producción de alimentos, autosuficiencia energética, industria y las consecuencias de la catástrofe sobre el clima del planeta.
De todos, Australia es el que mejores resultados registra al contar con una reserva de comida "gigantesca", capaz de alimentar a "muchas decenas de millones de personas más", señala el informe. Además, tiene un gran superávit energético, infraestructuras relativamente buenas, un elevado presupuesto en defensa y un sistema sanitario potente. Sin embargo, no son todo cosas buenas: sus relaciones militares con EEUU y Reino Unido convierten a este país oceánico en un objetivo probable en una guerra atómica.
Por su parte, Nueva Zelanda posee una "economía de exportación de alimentos muy eficiente", tanto que, si las cosechas llegaran a reducirse un 61% debido a un invierno nuclear prologando, su población seguiría teniendo suficiente para comer, detalla el estudio y recoge The Guardian. También juega a su favor el ser un país desnuclearizado desde hace años, lo que reduce las probabilidades de ser atacado en caso de desatarse un conflicto nuclear. En su contra juega su dependencia del comercio mundial. Y es que, al ser tan dependiente de las importaciones de gasóleo, pesticidas y maquinaria empleada en el sector agrícola, un cierre del sistema internacional podría "precipitar el colapso social por grados" y dificultar la recuperación, apuntan los investigadores.
Actualmente, EEUU, China y Rusia son los tres países que tienen una mayor probabilidad de tomar parte en una guerra nuclear. La cuestión es que, de hacerlo, su producción de alimentos se podría reducir hasta en un 97% por la falta de luz solar, además de otras consecuencias directas derivadas de las bombas atómicas. Ante esta situación, se verían forzados a buscar nuevas tecnologías para producir comida, como el uso masivo de invernaderos.