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Felipe VI, firme en su mensaje de Navidad: "Necesitamos fortalecer nuestras instituciones"


    Ana Gómez Viñas

    Noveno discurso navideño de Felipe VI como Rey. El jefe del Estado ha comenzado con dos palabras para definir este 2022 que se nos va: "Complicado y difícil". Ha sido un discurso europeísta, integrador, que llama al compromiso con Ucrania, a la Unión Europea como "columna vertebral" y sobre todo, en el que ha hecho una referencia explícita a la necesidad de "fortalecer las instituciones", tras la crisis sin precedentes. Sobre la mesa, una fotografía de los Reyes en la Cumbre de la OTAN de Madrid. En la puesta en escena, en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, dos banderas: la de España y la de la Unión Europea.

    Tres asuntos figuraban en los pronósticos del guion. La inflación, la invasión de Rusia a Ucrania en una guerra que está a punto de cumplir un año y el más espinoso, la crisis institucional. Ha hecho pleno. Que Felipe VI tuviera en su discurso de Navidad una palabra conectada con la crisis institucional por la deriva que ha supuesto la suspensión del Tribunal Constitucional a la tramitación parlamentaria de la reforma de su propia renovación era el más difícil todavía. El Rey debe guardar la neutralidad. De ahí la enorme expectación que había despertado este escollo. Las palabras que ha pronunciado el monarca en este punto escabroso han sido las siguientes: "La democracias están expuestas a muchos riesgos (…) La división, el deterioro de la convivencia y la erosión de la instituciones". En este último punto, ha matizado: "Necesitamos fortalecer nuestras instituciones. Que sean sólidas, que protejan a los ciudadanos, atiendan a sus preocupaciones, garanticen sus derechos y apoyen a las familias..." Y ha recalcado: "Instituciones que respondan al interés general y ejerciten su funciones con colaboración leal, con respecto a la Constitución y a las leyes y sean un ejemplo de integridad y rectitud." El soberano ha cerrado este escollo apelando a "un ejercicio de responsabilidad" y la reflexión constructiva "sobre las consecuencias que ignorar estos riesgos puede tener para nuestra unión, convivencia e instituciones". Imposible pasar por alto los verbos que ha empleado en este capítulo sobre la democracia y la convivencia. Escogidos al milímetro: cuidar, proteger y fortalecer. De hecho, ha repetido en dos ocasiones "fortalecer las instituciones".

    Ucrania, "una guerra en Europa"

    El jefe del Estado ha mirado a Ucrania, que ha calificado como "una guerra en Europa, en las fronteras de algunos de nuestros socios europeos y aliados". Un conflicto bélico, "que ya ha causado un nivel de destrucción y una ruina difíciles de imaginar". Y ha hecho mención expresa "al sufrimiento del pueblo ucraniano", con "una profunda tristeza" por "la pérdida de miles de vidas humanas". Ha lanzado, además, un mensaje de apoyo a los ucranianos refugiados en España. En este apartado, Felipe VI ha dejado claro que este escenario bélico "no solo afecta a Ucrania, sino que tiene una trascendencia global". En este sentido, ha hecho hincapié en que "España, además de reforzar con nuestros aliados la capacidad de defensa colectiva, se ha unido a la comunidad internacional para apoyar a Ucrania". Su mensaje sobre "el compromiso de que la soberanía, la integridad territorial y la independencia de los Estados son principios irrenunciables" se ha visto muy reforzado con dos detalles: su recuerdo de la Cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid; y la fotografía de familia de ese evento, que ha sido la elegida para lucir en la consola del despacho. Foto inferior, Casa de S.M. el Rey.

    La inflación, "preocupación e incertidumbre"

    En su mensaje de Navidad también se ha referido a la inflación. "Profundo impacto sobre la economía" y "crisis energética con consecuencias graves" han sido las palabras escogidas por Felipe VI para abordar la subida de los precios. "Encender la calefacción, la luz o llenar el depósito de gasolina acaba siendo una fuente de preocupación", ha referido, lo que implica "sacrificios personales y familiares". Como consecuencia de todo ello, "está causando en nuestra sociedad una gran preocupación e incertidumbre". Ha llegado entonces el punto de inflexión en su discurso, que ha virado a un lenguaje positivo, proactivo y animoso: "Somos un país que siempre ha sabido responder, no sin dificultades ni sacrificios, a todas las adversidades". Siempre con la Constitución como hoja de ruta, el monarca ha subrayado que nuestra democracia con Europa, con la Unión Europea, son "las dos columnas vertebrales sobre las que se asienta nuestro presente y nuestro futuro."