El alcalde de Valencia mueve un festivo local para "probar" la semana laboral de 4 días
Ángel C. Álvarez
Valencia,
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha planteado a la patronal valenciana CEV y la Cámara de Comercio de Valencia fijar como día festivo local el próximo año el lunes 24 de abril, de forma que durante cuatro semanas seguidas en la ciudad se trabajase durante cuatro días a la semana, aprovechando las festividades.
El alcalde de Valencia y líder de Compromís, un partido que se ha mostrado a favor de implantar esta medida y que lidera un programa de la Generalitat Valenciana para empresas que la implanten, ya anunció a principios de año en un Congreso celebrado en la capital valenciana su intención de realizar una experiencia piloto para conocer los efectos de la semana laboral de 32 horas y 4 días.
Una iniciativa para la que ahora ha puesto fechas, aprovechando los festivos previstos en la Comunidad Valenciana y la capital durante esas fechas. Así, se encadenarían las semanas con lunes festivos del 10 de abril (Lunes de Pascua, festivo en la autonomía), 17 de abril (San Vicente Ferrer, también fiesta regional) y del 1 de mayo (fiesta del Trabajo). El 24 de abril se convertiría en festivo local al aplicar el que corresponde a San Vicente Mártir (22 de enero), que el próximo año cae en domingo.
Ribó ha asegurado que este encaje permitiría "un estudio, un experimento que queremos hacer en el Ayuntamiento". El alcalde ha recordado que "en la Generalitat se han hecho varios congresos sobre la posibilidad de avanzar hacia una jornada laboral de 32 horas. Nosotros queremos ver, sin entrar en ningún tipo de negociación colectiva entre trabajadores y empresarios porque esto no nos corresponde ni es competencia municipal, qué le pasaría a la ciudad de València si se instaurara una jornada de 32 horas en cuatro días en la semana. Y lo podemos probar durante un mes".
El alcalde asegura que esta prueba permitiría conocer los efectos en sectores como "la restauración, el turismo, el transporte, la EMT, cuál sería la respuesta de las familias y, en definitiva, plantearse un estudio porque nosotros sabemos que hay sectores industriales importantes que están trabajando, sea trabajando telemáticamente, sea trabajando por objetivos, donde el tiempo no es un factor determinante y es importante ir investigando esto".
El alcalde ha valorado el impacto de la medida sobre la conciliación de la vida laboral, personal y familiar porque "para cualquier trabajador reducir la jornada laboral es un paso adelante, es un paso adelante para sus familias y lo que queremos ver es cómo respondería nuestra ciudad porque pensamos que es un paso positivo" y ha reconocido que "esto no se ha hecho en ningún lugar de Europa y pensamos que es importante probarlo".
Una prueba que también sería parcial, dado que al realizarse en festivos el trabajar menos horas no se vería reflejado en los salarios de los ciudadanos en aquellos casos en que supone un recorte de las horas de trabajo. Además, hay que tener en cuenta que la semana de Pascua no es lectiva en la autonomía, lo que supone una menor actividad, mientras que el festivo local trasladado sólo es aplicable a la capital y no al resto de municipios del área metropolitana, donde trabajan muchos vecinos de Valencia.
Reacción empresarial
La presidenta de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) en València, Eva Blasco, señaló tras la reunión que "tenemos que comunicarla a los sectores económicos a los que representamos para que nos hagan una valoración. La valoración, en principio, es que es una festividad que debe estar en alguno de los 365 días del año y, por lo tanto, es una propuesta a estudiar y que puede ser valorada positivamente. Lo fundamental es ver cómo se articula, sobre todo la oferta comercial".
El alcalde de Valencia también anunció que en los próximos días planteará esta propuesta también a los sindicatos para conocer su visión.