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Las horas más bajas de Roman Abramovich: pierde la mitad de su fortuna y se queda sin activos londinenses

  • Su patrimonio neto ha caído más de un 40% este año, según Bloomberg
Roman Abramovich, en una visita a Turquía en julio de 2022. Foto: Alamy

elEconomista.es

La época dorada de Roman Abramovich arrancó en los inicios de la década de 2000. Por aquel entonces, este empresario ruso comenzó a realizar inversiones de miles de millones en la economía de Londres después de amasar una fortuna con la venta de activos privatizados adquiridos de la ex Unión Soviética, incluido el gigante petrolero Sibneft.

Su popularidad fue in crescendo gracias a la compra del Chelsea Football Club en 2003. Lo hizo por 165 millones de euros antes de venderlo en mayo de 2022 en un acuerdo examinado por el gobierno del Reino Unido, y cuyo nuevo propietario, encabezado por Todd Boehly, acordó pagar 3.000 millones de euros y prometió otros 2.000 millones de euros en inversiones adicionales en el club.

Sin embargo, todo cambió tras la invasión de Rusia sobre Ucrania. Abramovich, quien fue sancionado en marzo por el Reino Unido y la Unión Europea, fue perdiendo sus preciadas posesiones en la capital inglesa, desde el Chelsea hasta casas de lujo y una participación en el grupo siderúrgico Evraz Plc., su mayor activo cotizado antes del conflicto. Las acciones de la empresa se desplomaron un 87% este año antes de ser congeladas.

El último crochet que ha recibido Roman Abramovich se produjo en julio cuando MHC, que operaba como parte de su oficina familiar antes del conflicto, solicitó la liquidación. Según informa Bloomberg, sus principales activos en Londres valían unos 4.800 millones de euros antes de la invasión, casi un tercio de su fortuna total en ese momento. 

Poco antes de aparecer en la lista de sanciones del Reino Unido, Abramovich intentó deshacerse de dos propiedades en Londres. Una era su mansión de Kensington, mientras que la otra era un ático en Chelsea Waterfront. Hay que aclarar que Abramovich no puede vender sus propiedades mientras esté bajo las sanciones del Reino Unido, y cualquier efectivo que tenga en el país permanece congelado en las cuentas.

Fuera del Reino Unido, los activos de Abramovich incluyen casas en Francia y Rusia, así como superyates y aviones privados, que ahora son objeto de una lucha legal en los EEUU por presuntas violaciones de las sanciones. Además, proporcionó la mayor parte de los 6.000 millones de euros detrás de Concord Management, que usó para invertir en más de 100 fondos de cobertura y firmas de capital privado que luchan por deshacerse de su capital.

Turquía, Portugal, Dubái...

Después de la invasión rusa, el oligarca de 55 años se vio en la obligación de mover dos de sus yates a aguas turcas para evitar posibles incautaciones de activos en Europa. También ha estado buscando casa en el exclusivo Palm Jumeirah de Dubái, mientras que sus aviones privados han permanecido en Dubái o Moscú desde marzo.

En 2021, Abramovich se convirtió en ciudadano portugués en virtud de una ley que ofrece la naturalización a los descendientes de judíos sefardíes (en 2018 obtuvo la nacionalidad israelí) que fueron expulsados de la Península Ibérica. Ante esto, Portugal ha abierto una investigación sobre la decisión.

Actualmente, Roman Abramovich tiene un patrimonio neto de unos 10.500 millones de euros, lo que supone una caída del 41,6% este año, según el índice de riqueza de Bloomberg.