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¿Dónde están los empleados de los autónomos y las pymes?

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    elEconomista.es

    ¿Qué está pasando con los trabajadores de los autónomos y las pymes?, ¿dónde están? La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y Randstad alertan de que hay cerca 109.000 empleos sin cubrir, y el 70% pertenecen a las entidades de menos de 200 trabajadores.

    A pesar de las predicciones de grandes expertos mundiales, parece que la ya famosa 'Gran Renuncia' de EEUU está llegando con cierta levedad a Europa. Algunos países del viejo continente ya están empezando a notar las consecuencias, como Italia, donde ya han renunciado 1,3 millones de empleados desde 2021, según el informe 'Contrataciones y despidos: algo se mueve en el mercado laboral italiano'.

    En EEUU, el problema se hizo más grave, ya que las empresas del país se quedaron sin 50 millones de trabajadores. Hoy, las compañías españolas ya notan la falta de más de 100.000 profesionales, de los que más de 76.000 representan vacantes no resueltas de pequeñas y medianas empresas.

    "España sigue teniendo grandes problemas estructurales en el mercado laboral, como refleja la paradoja de que, por un lado, sigue habiendo 3,1 millones de desempleados y, al mismo tiempo, muchas empresas están sufriendo la falta de trabajadores para poder continuar con su actividad", señalan desde CEPYME.

    Causas de la falta de trabajadores

    Las causas pueden ser muchas, ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo. Desde EEUU, especialistas en el tema por obligación, se han dado cuenta de que gran parte del problema reside en la pandemia.

    Tal y como describen los expertos del país norteamericano, los confinamientos derivados del Covid-19 obligaron a las empresas a recurrir a la flexibilidad laboral, cuyo mayor representante fue el teletrabajo. Esto provocó que los trabajadores comenzasen a darse cuenta de las necesidades no satisfechas en el ambiente laboral antes de la pandemia, como la conciliación entre familia y trabajo, el transporte o la falta de independencia en el trabajo presencial.

    Una vez que el coronavirus empezó a dar un respiro al pueblo estadounidense, las empresas obligaron a sus trabajadores a volver a la oficina, algo que no gustó a gran parte de la población empleada. La vuelta a los métodos de trabajo tradicional despertó problemas de estrés, ansiedad y, en los casos más graves, trastornos de salud mental.

    Esta tendencia motivó que millones de trabajadores abandonasen su puesto de trabajo en busca de una opción laboral mejor. Por otro lado, el exceso de políticas pasivas de empleo también impulsó este proceso, según muchos expertos estadounidenses que han debatido sobre el tema.

    Por su parte, desde CEPYME y Randstad no creen que el problema radique en la falta de flexibilidad laboral y la negativa empresarial a satisfacer las nuevas necesidades de los trabajadores. Por el contrario, desde estas instituciones creen que el problema está en la falta de competencias formativas que se necesitan en el mercado de trabajo, la escasa movilidad geográfica, el envejecimiento de la generación del 'baby boom', la burocracia que hay que afrontar para buscar trabajadores, o las deficiencias en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura.

    Es decir, desde la patronal de pymes y el portal especializado en empleo temporal creen que el verdadero problema es que los trabajadores no se forman, no están dispuestos a mover su lugar de residencia y no quieren aceptar puestos de trabajo que nadie quiere, a lo que hay que sumar el envejecimiento de la población y las complicaciones que resultan al buscar un empleado cualificado.

    ¿Qué va a pasar a los autónomos y pymes que no encuentren trabajadores?

    Según CEPYME, el problema ya está teniendo cierto impacto en el tejido empresarial, donde ha afectado con más fuerza entre autónomos y pymes, que no tienen la misma capacidad financiera para ofrecer a los candidatos las mismas condiciones que una gran empresa.

    Entre las consecuencias, la patronal destaca el agravamiento de la despoblación en los municipios con menos habitantes, el cierre de pequeñas y medianas empresas, y el recorte en la productividad de las empresas, "ya que la falta de personal impide a las compañías desarrollarse e innovar".

    Por otro lado, la entidad llama al Gobierno a tomar medidas, ya que, tal y como explican, este problema también se puede traducir en un grave impedimento para la recepción de los fondos europeos, que son esenciales para relanzar la actividad económica tras la pandemia de Covid-19.