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Aceredo, el pueblo gallego que emergió del agua treinta años después

  • El pueblo atrae irremediablemente a turistas gallegos y lusos
Foto: Alamy

elEconomista.es

El 8 de enero de 1992 la hidroeléctrica portuguesa EDP procedió al cierre de sus compuertas y al llenado del embalse del Alto Lindoso, viéndose vecinos y antiguos habitantes de las aldeas obligados a dejar toda una vida atrás. Hoy, Aceredo, una pequeña localidad de Ourense junto a la frontera con Portugal, vuelve a nacer tras tres décadas sumergida en agua

La construcción del embalse de Lindoso (Portugal) en los 90, un proyecto que nació de un acuerdo entre las dictaduras de Franco y Salazar y que se ejecutó décadas después, borró del mapa las casas que se levantaban en estos pueblos de A Reloeira, Buscalque, O Bao y Lantemil en 1992, convirtiéndose en el fin para estas cuatro aldeas.

El llenado acabó con un sistema de vida, marcado por la tranquilidad. Las familias que vivían en Aceredo se vieron obligadas a abandonar sus casas y dejar sus negocios, por lo que a día de hoy es un pueblo totalmente fantasma ocasionado por un accidente. 

Reclamo turístico

La gran culpable de este suceso es la sequía que está acechando no solo Galicia, sino otras muchas regiones españolas. Esto ha provocado que Aceredo sea un reclamo turístico, y es que son cientos los turistas portugueses y de Galicia los que aprovechan estos días para recorrer las ruinas que han emergido de las aguas, mostrando un paisaje espectacular a la vez que desolador, que no deja a nadie indiferente.

"Venimos de Santiago a pasar el día. La verdad es que me parece espectacular, está muy bien conservado". Esta es la impresión que recoge un visitante que, junto a su pareja, explica a EFE que ha aprovechado el día para conocer esta zona, atraído por las imágenes que vio por la televisión.

Grupos enteros, que suelen realizar esta ruta de carretera, tampoco se quisieron perder este fenómeno turístico, atraídos por las imágenes difundidas estos días en los medios y redes sociales. Es el caso de un grupo de motoristas: "Venimos de Vigo, vimos lo del pueblo emergido y decidimos parar para verlo. Habíamos visto algo en televisión, pero verlo 'in situ' es impresionante", comentan.

Una realidad a la que no es ajena Maribel Paz, una vecina de Ponteareas que, acompañada de su familia, reflexiona sobre lo que tuvieron que pasar los afectados durante la visita a las ruinas de la antigua aldea de Aceredo. "Nos hablaron muy bien y decidimos venir. Merece la pena verlo, es como si estuvieses en un paisaje lunar. Pero también da mucha pena la gente que tuvo que irse, lo tuvieron que pasar muy mal".

Los vecinos de zonas más próximas que conocieron lo ocurrido con Aceredo se muestran críticos con la transformación que se produjo en Galicia con la construcción de los embalses. "Esto es un desastre, refleja cómo vaciaron el embalse de forma salvaje. Me da mucha pena el expolio que hicieron con los embalses", relata Francisco, un vecino de Xinzo de Limia (Ourense).

Tampoco faltaron curiosos provenientes de Portugal, animados por la cercanía con Lobios: "Vinimos a dar un paseo animados por las imágenes que estaba compartiendo mucha gente por las redes sociales", explica una joven, quien no puede evitar compartir "la tristeza" de pensar cómo era antes esta aldea.