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Esta es la señal que da la naturaleza para saber cuándo parará de erupcionar el volcán de La Palma

  • La última gran erupción en La Palma tuvo 24 días de actividad
  • En 1730, el Timanfaya no cesó de escupir lava hasta los 2.055 días
  • Una vez Cumbre Vieja pare, las coladas aún tardarán en enfriarse
Foto: EFE.

elEconomista.es

Más de un mes después de que el volcán de Cumbre Vieja entrase en erupción arrasando parte de la isla de La Palma, alrededor de 7.000 personas han tenido que ser evacuadas, la gran incógnita está en cuándo dejará de expulsar magma. Un proceso imparable por los medios humanos y por lo que nunca se sabe con exactitud cuándo llegará su momento. Sin embargo, existen fenómenos naturales que preceden a tal efecto que ya se espera con ansia en las islas Canarias.

Desde el 19 de septiembre sin cesar de mandar lava a la superficie de La Palma. Colegios, casas, parques o iglesias arrasados al paso del fuego de Cumbre Vieja, con la esperanza de que más pronto que tarde la actividad se detenga pudiendo empezar así la fase de reconstrucción en la isla.

Un momento que sigue en la incertidumbre, ya superados los 24 días que la última erupción en La Palma (Teneguía, 1971) y que depende de muchos factores aunque principalmente de la capacidad de magma que el volcán tenga en su interior. Eso sí, confiando en que ni por asomo se parezca al fenómeno del Timanfaya, Lanzarote, en 1730, que estuvo 2.055 días amenazando a la población canaria, la constante actividad que ha vivido Islandia en los últimos meses deja un marca también preocupante.

Islandia, un espejo en el que mirarse

Allí, el Fagradalsfjall (ubicado en una zona desierta a una hora de Reikiavik) ha estado siete meses expulsando magma hasta que en los últimos días ha dado síntomas de pararse. Con cautela, un geólogo que lleva 35 años estudiando volcanes islandeses manifiesta para El País que "un volcán nunca se para del todo, solo duerme entre erupciones", por lo que podría haber una recaída con el magma saliendo por los mismos conos o unos nuevos.

Para llegar a este cese ha sido clave que ya no se aprecia humo saliendo de los conos del volcán. La emanación de azufre es síntoma de actividad y es cuando esta se detiene, normalmente "uno o dos días después de que el volcán se pare", cuando se puede empezar a confirmar este fenómeno.

La dinámica de los últimos días apenas ha cambiado confirmando que se desconoce por completo cuándo llegará el cese

Así lo ha confirmado Inés Galindo, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en declaraciones a RTVC. "Normalmente, al final de la erupción, predomina la fase efusiva porque ya casi todo el magma ha perdido casi todo el gas y entonces solo sale la parte más líquida", ha añadido la científica española.

"Igual sale un poco menos de magma ahora, pero en la misma dinámica de los últimos días", ha remarcado Galindo sin dar aún pensamientos positivos sobre el cese. Además, como está pasando ahora en Islandia será importante en los días siguientes a esa detención saber si puede haber una recaída próxima.

La lava puede tardar más de un año en enfriarse 

Por último, también es importante saber cuándo se enfriará por completo la lava quedando solidificada en forma, generalmente, de roca volcánica. Algo que tampoco es medible a ciencia cierta, prueba de ello que las coladas del Holuhraun, también en Islandia, seguían a 40 grados un año después de terminada la erupción en 2014.

Paso a paso y confiando en que la naturaleza apague pronto lo que ya hace más de un mes encendió, La Palma sigue expectante por un fenómeno que cambiará por completo la geografía de la isla durante los próximos años.