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Rusia implementa un sistema de pago por reconocimiento facial en el metro generando grandes preocupaciones por la privacidad

    Foto: Dreamstime

    elEconomista.es

    El metro de Moscú estrenó el pasado viernes un nuevo sistema de pago por reconocimiento facial, lo que permite que los clientes compren sus boletos utilizando la cara. Esta herramienta se llama Face Pay y, para su uso, los pasajeros están obligados a cargar su foto, tarjeta bancaria e información de la tarjeta del metro en una aplicación móvil, de tal manera que solo tengan que mirar a una cámara para pasar por los torniquetes.

    Esta aplicación se ha implementado en más de 240 estaciones del metro de Moscú, el más concurrido del de Europa, con cerca de 9 millones de pasajeros diarios, según los datos de Insider. "Moscú es la primera ciudad en el mundo en introducir Face Pay a esta escala. La tecnología es nueva y muy compleja, continuaremos trabajando para mejorarla", ha dicho el alcalde de Moscú, Sergey Sobyanin, tal y como recoge The Guardian.

    Grandes preocupaciones por la privacidad de los usuarios

    Teniendo en cuenta que, según la administración moscovita, se espera que entre un 10% y un 15% de los pasajeros se registren en esta aplicación durante los próximos dos o tres años, las organizaciones defensoras de la privacidad de la población han mostrado su preocupación ante tal tecnología.

    Stanislav Shakirov, fundador del grupo de privacidad digital y transparencia gubernamental Roskomsvoboda, ha expresado en una entrevista con el diario británico su desacuerdo con la implementación de esta herramienta, alegando que es un sistema más para alimentar el aparato controlador y de vigilancia del gobierno ruso.

    "Este es un nuevo paso peligroso en el impulso de Rusia por el control de su población. Nos estamos acercando a países autoritarios como China que han dominado la tecnología facial", ha señalado Shakirov. "El metro de Moscú es una institución gubernamental y todos los datos pueden terminar en manos de los servicios de seguridad".

    Cabe destacar que Moscú ha ampliado recientemente su red de cámaras CCTV, tecnología de videovigilancia. Ya ha instalado alrededor de 175.000 de las 200.000 unidades previstas.

    De hecho, la administración rusa se enfrenta a grandes problemas por este motivo. Vladímir Putin, presidente de Rusia, utilizó esta red de cámaras para reprimir las protestas contra el gobierno en 2020, según la información que publicó en ese momento Reuters. Además, se acusa al ejecutivo de haber facilitado con esta iniciativa un medio de vigilancia para que los civiles espíen a otros civiles, generando un mercado negro del espionaje.