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Adiós a la leyenda urbana de que el arroz salva un móvil mojado: trucos para que siga funcionando

  • El verano y el contacto con el agua provoca cientos de fallos eléctricos
  • El almidón del arroz ayuda a eliminar el agua, pero no es 100% eficaz
Foto: Dreamstime.

elEconomista.es

El verano es tiempo de piscinas, playas, embalses, ríos... en definitiva, toda localización acuática donde los móviles tienen un serio enemigo. Y es que la popularización de estos para fotos, vídeos, pagos o cientos de tareas ha provocado que haya más riesgos de que acaben en el fondo del agua como consecuencia de una imprudencia, con su respectivo fin de vida. Sin embargo, existen formas de salvar al móvil una vez mojado que, eso sí, no pasan por la leyenda urbana del arroz.

Si tu móvil ha entrado en contacto con el agua, coge un bol de arroz, mételo hasta el fondo y deja que el tiempo haga el resto para revivirlo. Pocas veces o casi nunca ocurre que el dispositivo acaba volviendo a la normalidad, pues aunque el almidón del arroz tiene propiedades que absorben el agua, no es lo suficientemente útil como para limpiar las partes dañadas del interior de un móvil.

Pasa lo mismo con un secador, que tampoco es un remedio 100% real ya que puede dañar aún más el móvil al expandir las gotas del interior por todos los pequeños sistemas. Por ello, conviene estar atento a una serie de cuestiones si un móvil entra en contacto con el agua y se quiere recuperar su contenido y, con ello, vida útil.

En primer lugar no hay que encender bajo ningún concepto el dispositivo. Este está dañado y todo movimiento que conlleve desbloquear la pantalla, intentar encenderlo o similares podría provocar un cortocircuito. Los sistemas interiores de los móviles son muy sensibles y al hacer pequeños contactos con el agua quedan dañados resultando ya imposible resucitarlos.

Si la batería es extraíble, conviene sacarla rápidamente para que no se dañe

Además, es conveniente secar el móvil con un trapo o papel para eliminar el mayor rastro posible de agua tanto en su exterior como interior. Para esto último, conviene sacudir el teléfono y soplar suavemente y con sumo cuidado. Por su parte, extraer todas las tarjetas (SIM y SD), así como la batería (si se puede) es otra parte vital para evitar que estas queden dañadas y no se pueda recuperar su contenido.

Por último y antes de llevarlo a un sitio oficial de reparación, cada compañía tiene ciertos puntos donde la garantía puede cubrir el revivido, es conveniente meter el móvil con bolsitas de gel sílice. Las clásicas que acompañan a ciertos productos para impedir que se humedezcan son buenas y funcionan de una forma similar al arroz pero con más eficacia.

Tener el móvil tres días en un bote lleno de estas bolsitas podría ayudar a que se termine de eliminar todo contenido acuático, para posteriormente introducir de nuevo la batería y las tarjetas y encenderlo como si nada hubiese pasado. De cualquier forma, todos estos consejos no son 100% eficaces y siempre tienen cierto punto de 'suerte' del que dependerá que el móvil sobreviva o haya que acudir a una reparación costosa o, por ende, a un nuevo dispositivo.