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El superyate más grande del mundo vende apartamentos de lujo desde 9,5 millones de euros

  • Los propios pasajeros elegirán el lugar de destino
Foto: Dreamstime

elEconomista.es

Para aquellas personas que sueñan con vivir en el mar, los propietarios del que será el yate más grande del mundo pretenden cumplir este deseo solo apto para los bolsillos más pudientes. Este navío ofrece la posibilidad de comprar uno de los 39 apartamento de lujo de los que dispone desde 9,5 millones de euros.

Somnio, este barco de 220 metros de eslora, se inaugurará en 2024 y brindará a los compradores "la intimidad de un yate privado junto con la oportunidad de establecer contactos en una comunidad vibrante de propietarios de ideas afines", anunciaron los ideadores del proyecto.

Un plan que cuenta con una inversión de 500 millones de euros con la intención de superar por 40 metros al actual poseedor del récord, el buque propiedad de la familia real de Abu Dhabi, Azzam.

Los pasajeros decidirán el lugar de destino

La construcción del superyate ya ha comenzado gracias a los ingresos de las ventas realizadas sobre plano, ya que ayudaron a financiar el resto de la construcción.

El navío dispondrá de una bodega con capacidad para 10.000 botellas y un club de playa, además de albergar charlas de científicos para estudiar los ambientes marinos. Por su parte, serán los propietarios los que, colectivamente, decidirán un itinerario anual.

Un inversor en cosméticos que ahora hace barcos

El proyecto está encabezado por Carl Le Souef, millonario estadounidense y fundador de una de las compañías cosméticas más grandes de Australia, Private Formula International. Un magnate que ahora dirige Somnio Global, un grupo de tecnología sostenible.

"Las comodidades a bordo reflejarán el servicio y la oferta que solo se encuentran en los hoteles terrestres de la más alta calidad", señala la compañía. En este sentido, las embarcaciones residenciales aparecieron en el mercado de cruceros en 2002, cuando el naviero noruego Knut Kloster lanzó ResidenSea, la primera compañía en construir un buque que ofreciese apartamentos a bordo como lo harían con un alquiler vacacional.