Después de unos días de turbulencia y escándalos que no hacían más que salpicar y afectar a la imagen pública de la Dior, las cosas parecen haberse tranquilizado. La presentación de la última colección creada por John Galliano se escenificó con una puesta en escena sobria y emotiva en el Museo Rodin de París.
Justo antes de que la firma diese comienzo al desfile el director ejecutivo de la casa, Sydney Toledano, aclaraba lo ocurrido con su director creativo, John Galliano. Con una luz que enfocaba la cara y que dejaba en tinieblas el resto del espacio, el directivo recordó a todos los asistentes al desfile que la hermana de Christian Dior pasó por un campo de concentración por lo que los comentarios del diseñador resultan "intolerables e inaceptables".
"Los valores de Dior se fundamentan en tres cosas: saber hacer, las manos artesanales de sus costureros y el respeto", explicó el directivo para aclarar su posición.
Con este sentido comienzo dio inicio el último desfile de las piezas creadas por Galliano. Los 62 diseños mostrados dejaron un buen recuerdo de lo que el diseñador fue para la moda, el culmen de la elegancia y la sofisticación.
La falta del creativo solo se notó en que la temática del desfile no estuvo unificada en ningún momento, cosa que el diseñador solía ultimar como toque final en sus presentaciones de colección.
La imagen final, los 30 costureros de la casa con batas blancas que consiguieron los aplausos de los cerca de 900 asistentes.
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