Ya falta menos para la cena de nochebuena, y ya sabéis lo que ello conlleva: volver a escuchar los chistes de tu cuñado, el perro comiéndose las bolas del árbol, tus sobrinas llorando porque quieren su regalo a las nueve de la noche, tu madre metiéndote comida hasta por las orejas... y lo mejor de todo, los regalos del amigo invisible.
Si todavía no sabes que regalarle a tu 'amigo', y no quieres quedar en ridículo delante de la familia, lee los regalos que NUNCA debes regalar para no meter la pata un año más.
Calcetines o pijamas: estos son los regalos que el 90% de las personas odia, ya que todos tenemos en el armario apilados todos los pijamas y calcetines que hemos ido recibiendo cada año por estas fechas.
Libros de autoayuda: regalando este tipo de libros estás admitiendo que para ti, esa persona tiene un problema. No recurras a este tipo de libros. Dirígete al vendedor y pregúntale por el libro más vendido de la temporada, y acertarás seguro con la frase: "¡Me han dicho que el libro es todo un éxito!".
Ropa interior: regalar ropa íntima nunca es una buena opción, a no ser que sea para tu pareja. De lo contrario, imagina la cara que se le puede quedar a tu suegra cuando descubra que el pack de lencería se lo has regalado tú. Puede ser una situación muy incómoda y corres el riesgo de que la persona se sienta ofendida. En el caso de que sea para tu pareja, no dudes en elegir una prenda de lencería sexy y provocativa, quedarás de lujo.
Instrumentos de gimnasio: a no ser que el destinatario de este regalo sea un adicto al GYM, no regales ni pesas, ni las cintas de Cindy Crawford. El típico cuñado rellenito se puede sentir muy ofendido con sus kilitos de más.
Regalos baratos de broma: sí, seguro que a la persona le hará gracia los primeros cinco minutos, pero luego te pedirá su regalo de verdad, y ahí vendrá el drama. Y tenlo claro, serás el 'rata' de la fiesta.
Tarjetas de regalo y dinero: la única persona que puede hacer este tipo de regalos es tu abuela, ya que después de 30 años regalándote pijamas y calcetines, ha entendido que eso ya no te va, y eres bastante mayor como para comprarte tus propios pijamas. Si le haces este regalo a alguien queda como: "Mira, tengo el compromiso de regalarte algo, pero la verdad es que no se que regalarte y paso de buscar algo especial".
Recuerda que nunca debes regalar cosas que la gente necesite, ya que eso no hace ninguna ilusión, como una plancha, el reloj de la cocina que le faltaba por poner, el juego de bandejas... Por ello, regala cosas que quieran y les ilusionen.
Por último, no olvides el ticket-regalo por si este año has vuelto a fallar. Ánimo, no pierdas la esperanza, y sigue buscando el regalo perfecto.
