Que un edificio se transforme en el famoso cubo de Rubik no es algo imposible, es justo lo que ha pasado con el Ars Electronica. ¿Te imaginas ir por la calle y ver un edificio en el que sus ventanas van cambiando de colores según tú vas moviendo un cubo de Rubik? Pues justo eso es el proyecto de javier Lloret, que ha creado un cubo de Rubik gigante en la fachada de un edificio y que tú mismo puedes resolver.
El edificio que se encuentra en Australia y ha dejado a todos los viandantes boquiabiertos, ya que uno puede manipular las luces con un cubo a tamaño normal y ver reflejado sus movimientos en las ventanas del Ars Electronica. El cubo que uno tiene en las manos no tiene colores para guiarse, sino que hay que mirar al edificio para poder comprobar lo que estamos haciendo con nuestras manos.
¿Cómo es posible esto? Es obra de Javier Lloret, quien ha desarrollado este proyecto como tesis final para el máster de Interfaz Cultural de la Universidad de Australia. El proyecto consiste en una interfaz del cubo de diseño especial ya que el cubo que uno manipula no tiene colores, sino que los movimientos que uno haga con el se reflejan en la fachada. Este va cambiando de color cuando manipulamos el cubo.
Entre el edificio y las condiciones naturales que le rodean hacen que el jugador sea capaz de ver con claridad dos lados al mismo tiempo, aun así, es un factor que complica más aun la resolución del cubo. Los datos del cubo se envían mediante bluetooth a un equipo que ejecuta el software diseñado en la fachada, este hace que las luces y los colores del Ars Electronica cambien en relación a la interfaz del cubo que el jugador tiene en las manos.
