
Nos quedan tres meses para que sea verano y ya sí que sí hay que ponerse en serio con la dieta. Tres meses nos dan aún margen para que el bañador nos siente bien, pero debes aprovechar cada día. El truco: planificar.
Si a la hora de abordar un trabajo o tus estudios te sirves de horarios y plannings, ¿por qué no aplicarlo a tu plan de adelgazamiento? Ya sabes que es efectivo, lo has probado en otros campos de tu vida, y lo que requiere es disciplina y responsabilidad contigo mismo. Monta tu estrategia contra los kilos.
Comienza pensando en cuáles son tus hábitos de comida y entrenamiento y estandarízalos. Así, lo ideal es que establezcas cinco comidas al día y al menos 4 horas de ejercicio a la semana.
Para las cinco comidas, marca las recetas sanas que vas a realizar y, en función de ellas, ve al supermercado para no traer a casa alimentos que pueden ser pequeñas tentaciones o que puedan estar días a días en la nevera sin intención de ser catado por "poco apetitoso". Asegúrate que compras todos los ingredientes para que ningún contratiempo haga que tu plan se desmorone.
En cuanto al ejercicio, determina qué días de la semana acudirás al gimnasio o saldrás a correr, con la bicicleta o a nadar. Lo suyo es que alternes, un día sí y otro no, para que tus músculos descanses e intensifiques el ejercicio del día que debes hacerlo. Si los lunes son duros por el regreso al trabajo y los sábado te da pereza porque luego sales, elimínalos de tu calendario de ejercicio. Tú eres el que más te conoces y por lo tanto, sabes qué vas a hacer.
Planifica también los ejercicios. De los cuatro días, dos puedes hacer aeróbico y otros dos más máquinas. Divide tu cuerpo por zonas y trabájalas por separado para conseguir mejores resultados. Brazos con pectorales, tríceps con espalda y hombros con piernas pueden ser tres rutinas que te darán resultado y te mantendrán en plena forma. Con el aeróbico, lo mismo: sal un día a correr, juega un partido de baloncesto con amigos otro día, entrena tu revés en la pista de pádel, hazte unos largos en la piscina cubierta...
Tener un calendario no quiere decir que siempre tengas que hacer lo mismo. La rutina puede ser aburrida y, en la mayoría de los casos, el hastío hace que abandonemos el plan para adelgazar. No le pongas límite a la imaginación pero siempre dentro de unos parámetros, los que has fijado en tu planificación, y seguro que triunfas. Te quedan tres meses para lucir el mejor cuerpo del verano.