La carrera de Ben Affleck como actor ha tenido grandes éxitos pero también sonoros fracasos, y siempre había un lío de faldas de por medio. Claro que al bueno de Ben le ha llegado su redención como director, donde vuelve a impresionar con 'Argo', una adaptación encargada por Warner Bros. de la novela de la novela de Stephen King, 'The Stand'.
Benjamin Geza "Ben" Affleck era uno de los jóvenes californianos más prometedores del cine. Con apenas 25 años, y después de mucho tiempo trabajando en teleseries y películas de menor presupuesto, salta a la fama al ganar un Óscar y un Globo de Oro por el guion de 'El indomable Will Hunting' (1997), que él co-escribió con Matt Damon. Las puertas del cielo de Hollywood se abrían de par en par para él, que pronto comenzó a entrar en grandes superproducciones como 'Armageddon' (1998), 'Pearl Harbor' (2001) o 'Daredevil' (2003).
Pero las elecciones de Affleck no siempre fueron acertadas: protagonizó 'Gigli' (2003) o 'Sobreviviendo a la Navidad' (2004), dos sonoros fracasos, y su carrera decayó. Fue entonces cuando Affleck tomó conciencia de su posición en la Industría y en su vida personal. Después de sonados romances con Gwyneth Paltrow o Jennifer López, de una gran sobrexposición al papel couché, decidió formar una familia al lado de su compañera en 'Daredevil' Jennifer Garner, con la que se casó en 2005 en las Islas Turcas y Caicos y con la que tiene tres hijos y una vida mucho más tranquila.

Esta tranquilidad se traslado a su trabajo, que ganó muchos enteros tras su debut detrás de las cámaras con la aclamada 'Adiós Pequeña, Adiós' (2007, donde era su hermano Casey Affleck el que asumía el protagonismo de la cinta. Tras ella, llegó el thriller 'The Town: Ciudad de ladrones' (2010), en esta ocasión con él de protagonista y un reparto estelar con Chris Cooper, Jon Hamm, Jeremy Ranner o Blake Lively entre otros. Su tercer intento de consagrase viene de la mano de 'Argo', una historia por la que muchos directores han peleado y que finalmente ha caído en las manos de Ben.
'Argo' cuenta la historia real de seis diplomáticos americanos, residentes en Teherán, que se vieron obligados a ocultarse en la embajada canadiense para no ser atrapados por una enfervorecida masa de iraníes en el año 1979. La CIA ideó un arriesgado plan para salvarles que suponía la falsa producción de una película de ciencia ficción. Un filme basado en el éxito editorial de Stephen King, 'The Stand', y que ha cautivado a la crítica de los festivales de Toronto y San Sebastián.

Entre lo mejor de la película, las interpretaciones de John Goodman y Alan Arkin, dos pesos pesados que en su papel como productores ficticios están simplemente espléndidos y cuyos nombres suenan ya en las quinielas para los Oscar. En favor de Ben Affleck, la intensidad del filme, donde las emociones están a flor de piel y la tensión sólo se corta en determinados momentos muy bien elegidos donde el humor toma su lugar y da un respiro al público.